Profesionales

El triunfo de Kim mucho más que una victoria

Un masaje casi termina con su carrera

Carmela Fernández Piera | Miércoles 19 de noviembre de 2014

La pasada semana la norteamericana Christina Kim se impuso en el Lorena Ochoa Invitational, un torneo lleno de anécdotas y emociones que supuso el regreso de Kim al exclusivo grupo de ganadoras de élite. Una historia que tras de si esconde muchas cosas.



Jugar este torneo ya es un lujo, porque como reza su nombre, es un torneo por invitación en el que la mejor jugadora mejicana de todos los tiempos, Lorena Ochoa, decide quién lo juega. Y son solo 36. Estar entre las elegidas, les hace aún mejor jugadoras, y entre ellas estaba, como no puede ser de otra manera, Azahara Muñoz. Fue una semana de muchas emociones en la que, además, celebraron juntas el cumpleaños de la anfitriona, tratando de devolverle toda la amabilidad y el apoyo que ella le dio al mundo del golf durante muchos años, y que mantiene con este torneo.






Christina Kim fue de las elegidas para participar, y agradecida como la que más, se colocó en primera posición desde la primera jornada como señal de demostración del "Regreso de Kim". Y es que ha vuelto desde lo más profundo para inundar de nuevo el LPGA de su alegría, bromas y su risa contagiosa.

Christina es una mujer que no pasa desapercibida, allá donde vaya. No solo por su forma de vestir -siempre llamativa predominando el rosa fucsia en sus atuendos-, su estilo jugando al golf y su gran pegada, sino sobre todo por su expresiva sonrisa, y su carisma. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece ya que fue capaz de disimular su peor momento tras su mejor sonrisa, especialmente en su última visita a España.

Kim tuvo un comienzo meteórico como profesional, logró dos victorias en el LPGA, formó parte del equipo norteamericano de la Solheim en tres ocasiones, y era una de las mejores. Pero algo tan simple como un masaje en Malasia -según cuenta ella- le condujo a un túnel del que esta semana ha conseguido salir.

Cuenta ella que en un torneo en Malasia, en 2010, le dieron un masaje que le provocó una lesión de espalda. Como consecuencia, perdió distancia, resultados y el swing, lo que se tradujo en torneos fallidos y frustración. La jugadora más alegre del LPGA entró en depresión.

Se planteó el suicidio en varias ocasiones, "todo lo que tengo que hacer es estrellar mi coche y todo acabará" pensaba Christina, pero afortunadamente pesaban más su familia y los problemas que les dejaría como herencia. "Lo más cerca que estuve fue en el Ladies European Tour Nations Cup en abril del 2011 en Alicante -donde representaba a Estados Unidos con Brittany Lincicome-. Abandoné la fiesta del torneo porque tanta alegría me estaba agobiando, me subí a la terraza, miré hacia el mar y sentí que me llamaba, y no sé nadar. La tranquilidad que buscaba parecía estar en el Mediterráneo" y allí se quedó inmóvil, sin contestar las llamadas durante 15 minutos pensando simplemente en acabar con su depresión. Pero afortunadamente decidió no hacerlo, "por no dejar tirados a Duncan -su caddy y novio-, Britanny y su madre; yo tenía las llaves del coche y no quería que tuviesen problemas para volver a casa. Sí, sé que suena raro pero ese precioso BMW me salvó la vida". Cuando llegó a casa se encerró durante tres días en su habitación y al salir, decidió buscar una solución y lo compartió primero con sus más cercanos y luego con el mundo entero, lo cual tiene mucho mérito cuando has tenido pensamientos tan duros y lo has pasado tan mal.

El triunfo de Kim en el Lorena Ochoa Invitational supone mucho más que una victoria profesional: es una victoria personal, la demostración de que Christina ha vuelto a ser lo que era, y por eso la celebración por parte de las otras 35 jugadoras que participaban en el torneo fue celebrada por cada una de ellas como si hubiesen sido ellas las ganadoras.

Esta victoria y este regreso a la vida de Christina Kim es motivo de celebración; habría sido una grandísima perdida como persona, y también para el golf mundial. Creo que aún tiene mucho que aportar al golf internacional y espero que vuelva a España, a tomar el jamón serrano que le encantó, y mire al Mediterráneo con otros ojos, los de la ilusión de volver a ganar. Y yo, que odio los masajes, supongo es que no se dejará masajear la espalda ni una vez más!

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