No era un partido fácil y a priori parecía que este enfrentamiento podía ser el más espectacular del día pero Mcilroy lo reventó casi desde el primer hoyo y ya en los nueve primeros se colocaba con cinco arriba que dejaba pocas opciones a Fowler y daba el primer punto a los europeos con un contundente (5&4).
Con esa secuencia el número uno del mundo puso tierra de por medio muy pronto en el tercer partido del día, en teoría uno de los más emocionantes, con un comienzo fulgurante y una actitud que no sacó su rival, el norteamericano Ricky Fowler, que lleva jugados siete partidos en la Ryder, que disputa su octavo y que daba la sensación que aquí tampoco iba a ganar.
McIlroy, que ayer ganaba por la tarde con Sergio García en los partidos de Foursomes, salió extra motivado y tras saludar a Alex Ferguson en el tee del 1 pegó un gran driver que anticipaba lo que iba a ser un buen partido y una lucha sin cuartel que, sin embargo se rompió muy pronto y que terminó con 5&4.
Un punto fundamental para el equipo europeo que tras su aportación ya sólo se quedaba a tres de mantener la copa y a tres y medio de ganar esta cuadragésima edición del torneo bienal.