aseguraba que "los dos equipos estaban muy igualados y que apenas había diferencias", quizá curándose en salud. Comentó también el capitán europeo que había hecho "una media de la posición de los jugadores en el Ranking Mundial y que Estados Unidos sacaba una posición de 16 mientras que Europa tenía un 18 de promedio".
Watson, por su parte, dijo que "la Ryder le encantaba por ese posicionamiento claro de la gente y los aficionados, por las grandes masas que acuden al campo a ver el torneo y por la emoción que se siente en cada golpe". pero está claro que siempre hay una línea y los jugadores y el equipo no debe traspasarla nunca", refiriéndose a que deben de ser los dos equipos quien ponga cordura en la emoción de un torneo como este.
El capitán americano habló también, siempre en una conversación muy distendida y relajada sobre que "los europeos no deben de relajarse ni un momento. Nosotros buscamos nuestra redención en Gleneagles y tras lo que pasó en Medinah venimos a ganar, eso está claro", dijo.
Sobre la Ryder de Medinah McGinley quiso decir que "Aprendí mucho de José María, de las decisiones que tomó y como actuó en todo momento para salir del bache en el que estábamos. Así que fue una gran curva de aprendizaje para nosotros, y mirando hacia atrás no tengo más que decir que fue una gran experiencia".