Keegan Bradley no esconde sus sueños. "Cuando me voy a dormir sueño en la Ryder. Cuando me despierto, pienso en la Ryder. Cuando estoy jugando, no dejo de pensar en la Ryder. Intento no distraerme pero cuando más trato de evitar esos pensamientos me llegan más fuerte". Una actitud que podría convencer a Tom Watson.
Es la obsesión de Keegan Bradley y de momento le está dando resultado porque ha comenzado en el Deutsche Bank con muchas ganas y es segundo a dos golpes de la cabeza. También Webb Simpson asegura que "es todo o nada, y necesito jugar bien para demostrar que puedo estar en el equipo", dice.
En Europa Ian Poulter no quiere pensar en eso. Sabe que tiene un récord (12-3) y que es una pieza clave, pero asegura que "está en manos de otra persona". Eso sí, dice que esta semana va a por todas en una declaración de intenciones que demuestra su carácter, bueno para McIngley. Por su parte, Luke Donald sabe que no es su mejor momento y alega experiencia. Por ahora no ha brillado demasiado.