Cara seria de Tiger Woods que no ha conseguido el pase al fin de semana. Después de su retirada el domingo en Akron,el miércoles reaparecía en Valhalla con la intención pelear por la victoria en el PGA Championship, su última oportunidad del año para brillar en un Grande después de no jugar en el Masters ni en el Us Open, y de terminar muy lejos en el Open.
Son ya seis años desde que Tiger ganara su último Grande, el Us Open de 2008, y lo que es peor, no da señales de recuperación en otro día irregular con 74 golpes, después de una primera vuelta con dos bogeys y un doble bogey, y una segunda con otro bogey y dos birdies, uno en el 18 para despedirse con algo de pundonor.
Es el segundo corte que falla en el PGA Championship tras el de 2011, y el décimo primero de toda su carrera, y con este resultado no logra demostrar las condiciones necesarias para Tom Watson, capitán de la Ryder Cup, que ha comentado ya en alguna ocasión que cuenta con él para Gleneagles si está sano y jugando bien.