La carrera comenzó con lluvia pero, tras secarse la pista, todos los pilotos entraron al box para cambiar a la moto de seco. Da igual, la dictadura de Márquez no tiene límites. Ha ganado de todas las formas posibles y en circuitos de todos los perfiles y características.
En Assen los meteorólogos no fallaron y, justo antes del comienzo de la vuelta de formación, la lluvia comenzó a caer sobre la pista. Eso provocó que la gran mayoría de pilotos entraran a boxes para cambiar la moto y coger una con neumáticos de lluvia. El que más tardó en decidirse fue Rossi y esa tardanza provocó que tuviera que salir desde el pit-lane.
Con Dovizioso y Márquez en cabeza y tras unos giros, la lluvia paró y todos decidieron volver a cambiar de moto. Con la moto de seco Márquez estuvo a punto de caerse pero, como siempre, salvó la situación y se colocó segundo a unos metros de Dovi, distancia que fue recortando y en el primer ataque, a diez vueltas para el final, se colocó primero. A partir de ahí fue un paseo para el de Honda, que tuvo tiempo para pensar hasta en la celebración. Cuando cruzó la meta, la octava vez este año que lo hace en primer lugar, apoyó el pecho en el tanque de gasolina y comenzó a moverse simulando que nadaba.
Ocho triunfos seguidos no se veían en la categoría reina desde Doohan y además lo hace en Assen, donde ya ha ganado en cuatro ocasiones. El podio lo completó Dani Pedrosa, que le ganó la partida a Aleix Espargaró. Rossi que entró finalmente fue quinto.