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Desde Rusia con amor

Un swing por la escuadra

Guillermo Salmerón | Martes 17 de junio de 2014
Mientras que en Brasil la mayoría de los estadios no están terminados y las infraestructuras han demostrado no estar a la altura de un evento como este, en Rusia, donde se disputará la vigésimo primera edición de los Campeonatos del Mundo de fútbol, todo parece -a cuatro años vista- que está en marcha.

En Rusia el mundial se jugará en 12 estadios repartidos en 11 sedes diferentes entre las que se encuentran ciudades como Moscú -que acogerá la inauguración y la final del torneo- Kazan, Sochi, Kaliningrado, Volvogrado o Ekaterinburgo.






Además, de los 11 estados previstos, cinco ya están en construcción y siete empezarán a construirse en breve. Nadie duda del poderío económico de Rusia, de las ganas que tienen de organizar el mundial y del éxito que será. Por si acaso, para demostrar su solvencia, si es que tienen algo que demostrar, organizaron en 2013 los Mundiales de Atletismo y en 2014 se disputarán en Sochi los Juegos Olímpicos de Invierno.

Pero el runrún en Brasil, el que se oye en casi cada esquina y del que no dejan de comentarse cosas es del 2022. En Quatar está previsto que se dispute un Mundial marcado por la polémica, por las acusaciones de compraventa de votos, y por un calor infernal que podría hacer que el Campeonato fuera un rotundo fracaso.

Para septiembre está previsto un congreso de la FIFA para volver a tratar el tema y ver si el campeonato se disputa finalmente allí manteniéndose la sede. Es mucho dinero pero también está en juego el prestigio de la FIFA que sabe que si un mundial le sale mal las consecuencias -sobre todo económicas- pueden ser un desastre.

Por si acaso, la FIFA, que sabe lo que se juega, habría podido hablar con otra potencia mundial como los Estados Unidos para organizar en caso de que se desestime la opción Qatar el mundial de 2022. En tierras americanas no se ve con malos ojos la opción ya que sería un nuevo impulso del fútbol en un país donde este deporte todavía no ha pegado el estirón que se desea.

En todo caso veremos cómo termina lo de Brasil, la confirmación de Rusia como una gran sede y los que pasa con Qatar, con los sobornos, las compras de votos y su presunto mundial.

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