Las ausencias de Tiger en la competición siempre las ha pagado caras el golf mundial. Con sus faltas, sobre todo en Estados Unidos, donde Tiger juega habitualmente, el golf ha visto menguar sus cifras de negocio de una manera muy peligrosa y hasta alarmante. A los torneos acuden menos espectadores, se venden menos entradas, se contrata menos publicidad en la televisión y el número de televidentes que ven los torneos a través de la pequeña pantalla también decrcecen considerablemente.
Todo el mundo pierde cuando Tiger no está y eso lo sabe hasta el propio Tiger que si una cosa ha demostrado es su solidaridad con su deporte, no racaneando nada cuando está bien, jugando en muchas partes del mundo -aunque sea por mucho dinero- y haciendo que este deporte siga creciendo.
Otro debate es o ha sido su comportamiento fuera de los campos de golf. En eso no vamos a entrar, que cada uno piense lo que quiera, pero deportivamente hablando Tiger ha sido uno de los más grandes de este deporte aunque en los últimos años no esté pasando por sus mejores momentos.
Y es que los años no pasan en balde y la exigencia que él mismo ha sometido a su cuerpo empieza a pasarle factura. Con 39 años en el zurrón, Woods sabe que no va a estar jugando hasta los 50 para luego empezar en el Champions Tour. Al ex número uno del mundo le quedan cuatro Majors para dar alcance a otro mito de este deporte, Jack Nicklaus. El "Oso Dorado" ha dicho en alguna que otra ocasión, que Woods puede darle alcance y que cree que antes o después lo hará. El viejo Nicklaus sabe mucho de esto y si él lo dice, que ha ganado 18 Grand Sam a lo largo de su carrera, será que Tiger podrá hacerlo.
Otra cosa son los imponderables que puedan suceder, como está lesión en la espalda que ha obligado al que fuera número uno del mundo durante más de 600 semanas a pasar por el quirófano y a esperar pacientemente, casi sin entrenar, a que sus problemas en la parte baja de su espalda se solucionen tras la cirugía.
La pregunta es saber si tras la operación y recuperación de Tiger volverá a poder rendir al máximo nivel otra vez. El año asado ganó cinco torneos, es verdad, pero no logró ningún Grande. Y no gana una cita de estas características desde 2008. En este 2014 ya ha pardido dos oportunidades para restar con Nicklaus. Veremos si la tercera la aprovecha o, simplemente, la juega. Me parece que van más por ahí las cosas que en pensar que Tiger puede volver a ganar. Cuando vuelva veremos como está, que sensaciones tiene, como se encuentra y en que estado llega -fisico y mental- porque da la sensación que no lo va a tener fácil en su retorno.
Otra cosa es lo que significará su vuelta a los torneos para la industria del golf. Seguro que ya lo están esperando con los brazos abiertos.