"Estoy inmensamente contento de ganar el Open de mi país. No sé si he pasado nervios, pero sí presión, como en el hoyo 17. Cuando he visto la bola rodar por la pendiente, se me ha bloqueado la mente, he perdido la libertad de las manos y eso es tensión", aseguraba un Miguel Ángel Jiménez muy emocionado tras esta victoria tan importante en su carrera.
"Estoy viviendo muchas cosas buenas a mis 50 años, mi boda, la victoria en el Champions Tour y este torneo... ¿Mi secreto? comer bien, fumar puros, beber bien... y un poquito de gimnasio", decía entre risas.
En serio, hago lo que me gusta en la vida y jugar al golf es lo que verdaderamente me llena. Me encantaría estar en la Ryder Cup, sería un récord clasificarme con 50 años y estoy llamando a la puerta".