La mencionada cantidad se pagó al directivo del banco público BayernLB para comprar su influencia y asegurarse su opción sobre la venta de la participación que tenía la entidad en la Fórmula Uno, según señalaba el fiscal en la segunda vista del proceso que se celebra en la Audiencia de Múnich.
El contundente informe de la fiscalía frena las peticiones y argumentos de la defensa de Ecclestone en la apertura del juicio. El inglés se presentaba como la víctima de un chantaje y mostraba su capacidad para demostrar su inocencia con la aportación de nuevas pruebas y documentos. A sus 83 años, se le acusa de haber pagado esa cantidad a Gribkowsky, para que la entidad vendiera su participación en la Formula Uno a la empresa designada por él.
El asunto se remonta a 2006, cuando el banco BayernLB poseía cerca del 50% de las acciones de la Fórmula 1 tras la quiebra del grupo alemán Kirch y encargó su venta al jefe de su departamento de riesgos, Gribkowsky, quien negoció la transacción de manera fraudulenta con Ecclestone.
Según la fiscalía, Ecclestone le pagó 32 millones de euros (44 millones de dólares) para que esa participación acabara en manos de la empresa británica CVC Capital Partners y evitar así que alguien que no estuviera bajo su control pudiera ensombrecer su posición de liderazgo en el negocio de la Formula1. El receptor del soborno, Gribkowsky, ya reconoció en su día el cobro y fue condenado por ello a prisión por varios delitos relacionados con esa operación.