Después de vibrar con Bubba Watson en aquel emocionantísimo Play-off del 2012 cuando el norteamericano logró su primera victoria en un Major y en el Masters de Augusta y tras aquel abrazo de su jefe llorando como un niño, Ted, que nada tiene que ver con Adam Scott, ganador del Masters el año pasado, volvió a saborear las mieles del triunfo en este mismo lugar dos años después.
Y para celebrarlo cogió una de las banderas del Augusta National, la del hoyo 18 concretamente, y tras pedirle a su jefe que se la firmase posó con su mono blanco incluido, su número cinco al pecho y el nombre del doble ganador de la Chaqueta Verde pegado a su espalda para celebrar su segunda "Chaqueta".