Miguel sabía que estaba ante una de sus grandes oportunidades para pasar a la historia de este torneo. Sólo dos golpes le separaban de la cabeza del campeonato y, desde luego, tenía sus opciones. Para mantenerlas tenía que hacer un buen arranque, algo que sueñan todos los que tiene opciones de ganar el torneo y que a veces muy pocos consiguen.
Sin embargo no fue así. Su comienzo no pudo ser peor con un bogey en el 1 que le hacía ponerse algo nervioso y no arrancar con su juego hasta bien pasado el hoyo 9. El malagueño firmaba sus primeros nueve hoyos con tres bogeys y un solo birdie. Renta insuficiente para intentar ganar el Masters pero si para mantener su estatus en los nueve segundos y meterse dentro de los mejores del torneo.
Jimenez llegaba al 10 con un nuevo espíritu, sabiendo que tenía casi perdido el torneo pero no las oportunidades de mantenerse entre los mejores. En la segunda parte del recorrido, la más difícil, "El Pisha" pisó a fondo el acelerador y empezó a jugar como sabe, firmando birdies al 10, al 12, al 14 y al 16, donde a punto estuvo de hacerse "hoyo en uno", terminando con opciones de birdie al 17 y al 18 que dejaron como todo el mundo esperaba una gratísima impresión en los miles de aficionados que no dudaron en levantarse y aplaudirle en su llegada al hoyo 18.
Miguel terminó con el par, con un billete para el Masters para 2015 y seguro que con muchos puntos para el Ranking Mundial y la clasificación del equipo europeo del próximo mes de septiembre de la Ryder Cup. Su cuarta posición no es una victoria pero se le parece mucho. Un enorme papel y la sensación de que no tiene cincuenta años sino dos o tres más que Jordan Spieth. En el juego, desde luego, la edad no se notó para nada.
Ahora, tras el Masters, Jiménez se quedará una semana más en Estados Unidos para debutar la próxima semana en su primera cita en el Champions Tour donde seguro llegará como una gran figura, simplemente lo que es.