Los nueve primeros hoyos del malagueño acabaron con dos bogeys en el 1 y e 5 y un birdie en el hoyo siete que dejaban su tarjeta con un esperanzador +1, con opciones de seguir mejorando y sin perder demasiados puestos y golpes. Lo justo para mantenerse con tranquilidad entre los que podrían pasar el corte y sin perderle la vista a un campo traicionero, complicado y que si te descuidas te la juega a la mínima.
Sus nueve segundos hoyos no fueron hoy mucho mejores. En ellos no aparecieron los birdies por ningún lado y si los bogeys con tres hoyos fallados en el 11, 14 y 16 que le llevarona terminar con un +4 que le alejaba de los puestos de cabeza -llegó a estar líder el primer día con cuatro bajo par- y perder 28 puestos en una tabla clasificatoria donde ahora el mejor español clasificado es su amigo el madrileño Gonzalo Fernández Castaño.
El Masters es un auténtico carrusel y si ayer el madrileño era el peor de los cuatro españoles con +3 hoy ya es el mejor al par del campo y en una decimo quinta posición espectacular. Ojalá que mañana tanto Jiménez, como él mismo, como el propio José María Oalzábal puedan seguir mejorando posiciones y marcadores de cara a un fin de semana que se presenta espectacular.