Tiger y su entorno aseguraban tras su confirmación de que no iba a jugar el Masters de Augusta por la lesión y operación de espalda posterior que volvería a competir en algún punto del verano, sin especificar fecha ni torneo concreto.
Sin embargo, las noticias sobre la recuperación del todavía número uno del mundo apenas se producen o aparecen con cuentagotas. La última la protaginizo el presidente del Augusta National, Bill Payne, que aseguraba que Tiger no acudió a la cena de campeones por estar prácticamente inmovilizado por su lesión de espalda.
Payne comentó que fue Staimeberg, el manager de Tiger Woods el que le comentó el estado de Woods.