En los hoyos finales fallé tres putts cortos y eso fue lo que sumó en la tarjeta. Nada más acabar tuve una conversación bastante interesante con mi entrenador. Él me estuvo viendo jugar. La verdad que eso fue el punto de inflexión de la semana, porque tenía toda la razón en las cosas que me dijo, aunque no me gustase escucharlas.
El segundo día le pegue bastante bien a la bola pero los birdies no llegaban. No me desesperé y seguí haciendo lo que habíamos hablado el día anterior. Gracias a ser paciente e ir golpe a golpe, en los últimos hoyos llegaron un par de birdies.
En la tercera jornada jugué muy bien aunque al final el resultado fue una pena. En la última vuelta, aunque fuese buena (-3) tuve muchas oportunidades para hacer birdie pero la bola no quería entrar. Hasta el hoyo 16, un par 4 en la que nos adelantaron la salida durante el fin de semana se llegaba de uno y en esa última vuelta la puse al borde de green con la madera 3 pero la pena fue que fallé con el putt e hice cuatro putts en ese green!!, pero bueno, a pesar de eso me rehíce y al hoyo siguiente le hice el birdie.
Poco a poco, las vueltas empezarán a ser más bajas si sigo por ese camino y en jornadas como la tercera podría haber hecho muy buen resultado. En cambio, el domingo, ha sido el día de mayor lucha. No le he dado tan bien a la bola, pero al final he logrado acabar al par sin jugar bien.
Lo más positivo que he sacado de esta semana ha sido la conversación con mi entrenador. Después de la primera vuelta, sus palabras me han ayudado mucho. Cambiaré ciertas cosas al entrenar las próximas dos semanas, antes de irme a Hawai, que es donde juego el próximo torneo en el LPGA.
Que paséis una gran semana