Nada más terminar el domingo su participación en el Cadillac Championship Tiger Woods tuvo que declarar el lunes en un juzgado de Miami frente a un jurado compuesto por seis mujeres acusando a una de sus empresas EWT Corporation responsable de prácticas comerciales desleales y engañosas tras una demanda civil interpuesta por la compañía Gotta Have It Golf Inc.
Woods que no ha empezado muy bien la temporada, terminó vigésimo quinto en el Doral y apenas ha ganado este año en la PGA 86.000 dólares está acusado de no proporcionar un número determinado de autógrafos y fotografías firmadas tras un acuerdo entre ambas partes firmado en el año 2001.
La mala noticia para Woods, que ha recurrido el fallo es que su empresa podría llegar a tener que pagar hasta 1,3 millones de dólares si a esa sentencia se le suman los intereses devengados de la cantidad inicial y un millón más si las costas del juecio salen en su contra.