La ilusión de los aficionados españoles en esta cita de los Campeonatos Mundiales de Golf sería, sin duda alguna, ver una final española en este torneo. Y las posibilidades son varias. Por una parte del cuadro Miguel Ángel Jiménez y Sergio Gracía podrán luchar por una plaza en la final pero si los dos avanzan en su primer enfrentamiento -Sergio contra Tom Leishman y Miguel Ángel Jiménez contra Bill Haas-, los dos se encontarían en dieciseisavos de final, ya que ambos se encuentran situados en el bracket de Ben Hogan.
Por su parte, Gonzalo Fernández Castaño está situado en el bracket de Sam Snead. Su primer partido será duro, muy duro, con uno de los favoritos a la victoria, Hunter Mahan, ganador del torneo en 2012. Si el madrileño consigue la victoria se tendría que enfrentar al ganador del partido formado por Richard Sterne y Zach Johnson.
En el bracket de Gary Player está situado el otro español del torneo, el cuarto en el Ranking Mundial, Pablo Larrazábal, que tendrá que verse las caras con otro hueso duro de roer, el estadounidense Jordan Spieth, uno de los hombres más en forma del actual circuito estadounidense. De ganar el catalán se tendría que ver las caras con el ganador de otra eliminatoria complicada, la formada por el danés Thomas Bjorn y el italiano Francesco Molinari.
Si los dos españoles fueran pasando rondas, ambos se verían las caras solamente en semifinales, asegurando al golf español un representante en la gran final. Precisamente, ese último partido podría tener varias opciones si habalmos sólo de los jugadores españoles. Se podrían ver cuatro finales españolas: Sergio García/Gonzalo Fernández Castaño; Sergio García/Pablo Larrazábal; Miguel Ángel Jiménez/Gonzalo Fernández Castaño y Miguel Ángel Jiménez/Pablo Larrazábal.
En cuanto al resto de los favoritos destacan sobre todo los primeros cabezas de serie, el sueco Henrik Stenson, Rory McIlroy, Justin Rose, que vuelve a la competición después de una lesión en el hombro que le ha tenido dos meses sin competir, y Zach Johnson.
En cuanto a las ausencias, las ya comentadas de Tiger Woods, que ha preferido no jugar este torneo para preparar mejor el Masters de Augusta, Phil Mickelson que prefiere estar con la familia aunque las razones son más comerciales ya que Accenture prefiere que no esté en un torneo que patrocinia la competencia y Adam Scott, el último ganador del Masters, que decidió cogerse a principio de año seis semanas de vacaciones tras no haber parado en Navidades.