Phil MIckelson ha querido ser prudente. Los dolores de espalda le estaban obligando a hacer el swing de manera diferente y eso le ha convencido para retirarse. "Me encanta este torneo y quiero jugar, pero una parte de mí me invita a ser prudente porque estoy creando malos hábitos de swing para evitar el dolor", decía el estadounidense.
Al final la retirada seproduce despuésde una tarjeta de 73 golpes, con cinco bogeys y cuatro birdies, para un total de -2. Mickelson prefiere la retirada porque además quiere defender título la semana que viene en el Open de Phoenix.