Josega Fernández | Domingo 27 de octubre de 2013
El golf ha sido protagonista un fin de semana más. Aunque todo parecía
girar en torno a un partido de fútbol, (Real Madrid y el Barcelona
jugaban el partido de siglo), sucedían numerosos acontecimientos que
confirman que el golf, aunque en segundo plano, tiene mucho que decir.
En Oviedo, un jugador de golf recibía el viernes el Premio Príncipe de Asturias del Deporte, un reconocimiento a Chema Olazábal por su trayectoria, la verdadera identidad de estos premios, pero que además ponía en valor no sólo la persona de deportista sino los valores que ha transmitido a través del golf. El propio Príncipe lo decía: "Gracias maestro, y no sólo por serlo del golf".
En la otra parte del mundo, en Taiwán, las españolas peleaban por una victoria ante Suzann Pettersen, la número dos del mundo. No lo han logrado pero han estado cerca, con Azahara Muñoz segunda, y Carlota Ciganda y Beatriz Recari muy cerca.
Y en China llegó lo que faltaba. Gonzalo Fernández Castaño conseguía la victoria en la primera de las finales de la Race to Dubai y ponía el broche final a un fin de semana donde el golf ha demostrado ser un deporte de éxito. La victoria de Gonzalo cobra más valor al ser la primera española del año en el Tour Europeo, y viene reforzada por el buen comportamiento de Pablo Larrazábal, quinto, y Rafa Cabrera Bello, octavo.
Un fin de semana para recordar con victoria española, numerosos jugadores en la pelea por el triunfo, y la entrega del Príncipe de Asturias a un golfista. Hechos que tienen menos repercusión en un fin de semana donde se juega el clásico. Sin embargo, el triunfo de Fernández Cataño es lo que le faltaba al golf español, que ha dado un paso más, y grande, hacia ese reconocimiento e interés por este deporte.
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