Esta vez no ha hecho falta el milagro, pero ha quedado patente que Chema Olazábal es uno de esos capitanes mágicos que llevan a los suyos en volandas. Después de que Gran Bretaña e Irlanda lograran alcanzar a los continentales en los foursomes de la tarde del sábado, y con empate a 9 en el marcador, llegaban los indivduales, diez partidos clave.
Comenzó la jornada con el empate de Gonzalo Fernández Castaño ante Jamie Donaldson, medio punto que el español peleó en la segunda vuelta remontado un 2 abajo. Después otro de los grandes jugadores del torneo y miembro del equipo europeo de la Ryder del milagro, Nicolas Colsaerts, perdía por un hoyo con Paul Casey, un hoyo que ganó en el 12 y que el belga no pudo remontar en los seis hyos siguientes.
Por su parte, Joost Luiten, ganador por parejas de los tres encuentros anteriores, no pudo culminar con triunfo individual y cayó ante Tommy Fleetwood por 3/2, poniendo las cosas de nuevo en tablas, un empate que siguió vivo tras la lesión de Simon Khan que obligó a dejar el partido con Thomas Bjorn en empate.
Con seis partidos por jugar el toma y daca era constante. Victoria de Gregory Bourdy sobre Scott Jamieson por 4/3, convirtiéndose en el primer jugador en ganar cinco puntos en un Seve Trophy, y triunfo de Marc Warren para los británicos al superar a Thorbjor Olesen también por 4/3. Mientras, Miguel Ángel Jiménez, que no pudo ganar en los foursomes y fourballs, dejó clara su calidad derrotando con el resultado más contundete del día, 6/4 a David Lynn, en una ronda donde firmó seis birdies, y donde puso fin al encuentro de manera prematura en el hoyo 14.
Mientras, Matteo Manassero, con un gran juego corto, superaba a Stephen Gallacher por 3/2, y daba más ventaja a los continentales con dos partidos pendientes. Miko Ilonen perdía ante Paul Lawrie pero Francesco Molinari, último en salir a jugar, rendía homenaje a Seve con su victoria 3/2 sobre Chrish Wood logrando el punto 15 y para dejar en 13 a los británicos.
Una victoria que ha tardado 13 años y que ha llegado de la mano de Chema Olazábal, capitán europeo en la última Ryder Cup y que de nuevo a servido en bandeja un triunfo a su amigo Severiano.