El nuevo fichaje del Real Madrid, el galés Gareth Bale, tiene dos pasiones además de la de jugar al fútbol. Una de ellas son los coches -tiene una gran flota de automóviles- y la otra el golf que seguro espera seguir practicando en la capital de España.
Bale, que ha llegado al Real Madrid después de que el equipo de Concha Espina pagara al Tottenham Hostpurs la friolera de 91,5 millones de euros se ha convertido en el segundo fichaje más caro de la historia del fútbol tras el que también pagó el Real Madrid por el portugués Cristiano Ronaldo por 96 millones de euros.
Bale, que fue presentado este pasado lunes en el palco de honor del Santiago bernabeu es un gran aficionado al golf desde hace muchos años y seguro que si sus obligaciones deportivas se lo permiten sacará un hueco para poder disfrutar de esa otra gran pasión que tiene que es el golf.
Gales siempre ha dado buenos deportistas. Su mejor golfista, Ian Woosnam, ganó el Masters de Augusta y fue capitán europeo de la Ryder Cup. Bale no tiene tanta calidad como Woosi pero seguro que muchas ganas de disfrutar de su afición. En Madrid tendrá más de 30 campos a su disposición y seguro que en alguno de ellos se deja caer para practicar uno de sus deportes favoritos.