Opinión

Viva la Solheim 2015

Lola Torres | Lunes 19 de agosto de 2013
Sin reponerme todavía ni del sueño ni la emoción, es esta última la que me mantiene como en una nube. ¡Cómo no iba a ser histórica la Solheim Cup del 2013 con tres españolas!, pasaba a la historia para nosotros, pero en el fondo intuíamos que pasaría para el continente europeo.



Hay muchas primeras veces en esta competición. La primera vez con tres de las nuestras, la primera vez con un hoyo en 1 de Anna Nordvisq, la primera vez con tantas rookies, la primera vez que se gana en suelo americano... Ha sido increíble, mágico, sensacional y además hemos descubierto muchas cosas y todas ellas nos han dejado muchas sensaciones.






Voy a ser políticamente incorrecta al igual que Gonzaga Escauriaza, presidente de la Real Federación Española de Golf, que por cierto disfrutó como un enano con estas chicas, hemos acabado hasta la coronilla de barras y estrellas y de la manita por la cara, y no es crítica, pero, ¿de verdad alguien sigue pensando que a las europeas les es difícil hacer equipo? La respuesta es NO. Son mucho más equipo que las americanas aunque haya distintas nacionalidades. Las estadounidenses cuando ganan, vale, pero cuando las cosas se ponen duras, como ha sido el caso... "nasti de plasti" . Al igual que en los chicos son mucho más individualistas y lo hemos visto estos tres días de competición.

Las europeas están acostumbradas a verse las caras y a enfrentarse entre ellas, pero algo les dice que la Solheim es el mejor torneo del mundo y que hay que sentir los colores, ¿cómo es posible que jugadoras que se hablan lo justo el resto del tiempo puedan hacer equipo? Estas son las americanas. Según dicen las malas lenguas, Michelle Wie no se habla con el resto de sus compañeras, que Cristie Kerr tiene un carácter endemoniado que se refleja en su relación con las demás, y muchas más cosas que en este momento no vienen al caso porque estamos celebrando un espectáculo fuera de toda duda.

Grandes descubrimientos en el equipo del viejo continente. Hace unos días poníamos un poco en duda la decisión valiente de Lotta Neumann de juntar a varias rookies y el resultado ha sido asombroso. Charley Hull, quien no teníamos dudas que estuviera, nos sorprendía negativamente el primer día en los fourball al igual que Carlota Ciganda. Los nervios, la adrenalina, las emociones, pasaban factura a estar dos jóvenes jugadoras, pero cuando se les pide algo nos lo ofrecen de una manera formidable. ¡Como han jugado estas dos grandes del Circuito Europeo!

El sobrenombre de "Iron Woman" de Beatriz Recari no es fortuito, ¡qué forma de abstraerse de todo lo que ocurre a su alrededor!, ¡qué manera de evadirse de los gritos del público!, ¡qué manera más magistral de jugar al golf! Las Caroline, Hedwall y Masson han sido pieza clave en el equipo. La primera, 5 de 5, la segunda una jugadora que se crece cuando tiene mucha tensión a su alrededor... y el momento era tenso de narices.

¿Por qué la noruega Suzzane Pettersen lleva 324 semanas en el top ten mundial? A los números me remito. Increíble y natural el juego de esta rubia, hace buena pareja con todas las jugadoras que le ponen al lado. La hemos visto y sobre todo disfrutado con dos de las españolas, aunque las cosas no salieran demasiado bien, como era el caso de los fourball con Carlota, no se achica, no se amilana, no se acobarda.

La otra española, Azahara Muñoz, no pudo con la mejor del equipo americano, Britanny Lang, pero la tuvo contra las cuerdas hasta el hoyo 17 el domingo. Fue una gozada volver a ver a Ciganda y a Muñoz (que siguen haciendo historia) en los fourball del sábado.

Es imposible hablar de todas y cada una de ellas, nos hemos centrado un poco más en las españolas dentro de este grandioso equipo. La cuarta en "discordia" era Marta Figueras-Dotti, pionera en aquel circuito tan difícil y complicado, y que ha tenido un papel en la sombra pero muy importante. Conoce muy bien a las jugadoras españolas y ha sabido estar en el momento justo y en el sitio exacto. ¡Chapeu por todas ellas!

La Solheim Cup del 2013 ha cerrado sus puertas, seguiremos durante mucho tiempo hablando de ellas. 10 a 18 es un resultado muy abultado y en tierras americanas sabe mucho mejor. La copa vuelve a casa, de donde no debe salir si sigue habiendo golfistas de esta categoría. ¡Vamos a por la Solheim del 2015!

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