Desde el inicio de la Solheim, en 1990, Europa nunca había logrado vencer en territorio enemigo. Sus cuatro Solheim anteriores fueron siempre en casa. Esta vez, reforzados con la victoria en 2011 en el Killen Castle irlandés, las europeas han llegado con una fuerza superior que les ha dado el premio de hacer historia al ser la primera vez en lograr el triunfo en tierra hostil, su quinta Solheim.
Esta edición se ha convertido en una historia épica, donde 12 jugadoras, encabezadas por Liselotte Neuman y sus fieles ayudantes Annika Sorenstam y Karin Koch han sido protagonistas principales. Al cuento no le ha faltado de nada y han participado como actrices centrales tres españolas, la primera vez que un equipo Solheim tenía a tres representantes de nuestro país. Azahara Muñoz, Carlota Ciganda y Beatriz Recari tienen mucho que contar a la vuelta. Han sido piezas clave dando equilibrio en el momento adecuado, destacando la pareja entre Azahara y Carlota, con un putt de la navarra en el 18 para vencer el punto fourball del sábado que ya de por sí da para una tarde de tertulia, lo mismo que el pleno con sus tres puntos en tres partidos en su primera aparición.
Y también será una historia salpicada de anécdotas, como las de la pareja sueca Anna Nodqvist y Caroline Hedwall, ganando los foursomes de viernes y sábado. Nordqvist con un hoyo en uno en la tarde del sábado, y Hedwall en su segunda Solheim, ganando cinco puntos y dejando claro que la elección de Nuemann ha sido acertadísima. Ha sido la única que ha jugado todos los partidos y con victoria en todos ellos. Primero con su compatriota Nordqvist en los fousomes, y luego en los fourball con la otra Caroline, la alemana Masson que ha debutado de la mejor manera, así como su individual ante Michelle Wie.
A destacar también la presencia de Suzann Pettersen, que ha dado la estabilidad necesaria en su séptima Solheim, lo mismo que la veteranía de Catriona Mathew ganando el medio punto necesario para la gesta, sin olvidar a Charley Hull otra de las elecciones de la capitana que ha debutado en la Solheim con 17 años y cuatro meses, la más joven hasta la fecha, y que logró el primer punto del domingo ante nada menos que Paula Creamer.
Una historia de golf salpicada también por la suspensión a causa de tormenta cuando las europeas estaban a un punto de lograrlo, una circunstancia que da un tono más emocionante para contar una y otra vez el cuento con final feliz.