Como si de una canción del verano se tratara, o del disco de moda del momento, el mix es lo que se lleva. Un ritmo intenso, mezclado, no agitado, aunque a veces haya sensación de una agitación especial. El ritmo del golf este verano tiene de todo, y nos mantiene animados y en movimiento a todos los aficionados, que no nos podemos quejar.
En el lado profesional, agosto ha dejado a Tiger Woods más arriba, dominando el planeta golf con autoridad en un campo que se le da muy bien, con ocho victorias ya en el Bridgestone, la segunda vez este año que consigue el octavo triunfo en una prueba, ya lo hizo en el Arnold Palmer, la quinta de esta temporada y su triunfo número 79, muy cerca ya de Sam Snead, con 82, un buen momento para llegar al PGA Championship.
Estos datos dejan ya saciados a cualquiera, pero es que en el golf femenino tres españolas se han clasificado para la Solheim, y a pesar de no destacar en el Women´s British Open, Azahara Muñoz, Carlota Ciganda y Beatriz Recari siguen dando alegrías al golf español. El British femenino de St. Andrews, además, ha puesto emoción a la Solheim porque Stacey Lewis ha demostrado que va en serio de cara a la semana que viene en Colorado.
El verano es como los de antes, bañito en la playa, o en la piscina para los más de campo, un almuerzo de esos de ensalada y amena charla, y tras una merecida siesta un poco de deporte, eso sí, en la televisión, si es posible con un helado, para digerir mejor todo. Total, en dos horas no se puede uno volver a bañar no vaya a ser que se nos corte la digestión.
Y si eso, un partidito de golf, para emular a nuestros héroes, aunque preferiblemente ese partido no sea aconsejable ponerlo en la televisión. Un verano mix, de los de antes.