En tres semanas se disputará la competición de golf femenino más importante a nivel mundial, la Solheim Cup, en la que se enfrentan el equipo europeo al americano, defendiendo título las nuestras. Esta edición es histórica porque es la primera vez que juegan tres españolas en el equipo europeo: Azahara Muñoz, Carlota Ciganda y Beatriz Recari.
Pero no se puede hablar de la historia de la Solheim sin nombrar a la británica Laura Davies, un peso pesado -y por favor, que no se me malinterprete-, un puntal de esta competición. Se trata de la única jugadora que ha competido en todas las Solheim desde la primera edición en el año 1990.
Sin embargo, Laura Davies aún pelea por formar parte del equipo este año "por méritos propios", como le gusta a la británica, y esta semana en el ISPS Handa Ladies European Masters y la próxima en el British Open tiene sus últimas bazas para lograrlo. Para ello, prácticamente tendría que ganar los dos torneos, pero es un reto que Davies puede lograr con un objetivo como la Solheim en la mente y el corazón.
Laura Davies es una apuesta segura y garantía de solidez y aplomo en la Solheim, y las estadísticas así lo demuestran. Es la única jugadora de la historia que ha participado en todas las ediciones disputadas, y siempre como jugadora. Sólo en la primera edición tuvo que ser elegida por la capitana, y ya desde el primer momento demostró su pasión por esta competición. Tiene el récord de partidos jugados, 46; récord de partidos ganados, 22 -empatada con Annika Sorenstam; récord de puntos ganados, 25; récord de puntos conseguidos en fourball, 10 ½; en puntos en los partidos individuales, sólo la norteamericana Julie Inkster le supera por 1, ella tiene 6; récord de resultado más bajo en foursomes, de 67 golpes (6 bajo par) en el año 2002 junto a la española Paula Martí... la experiencia es un grado, y su presencia en la Solheim es fundamental.
Hace unos años el equipo europeo estaba compuesto principalmente por británicas y suecas; a día de hoy no figura ninguna inglesa entre las ya clasificadas, algo que escocerá al país de la rosa si finalmente no hay una de ellas elegida. En esta edición, además, prima la juventud, y entre las ya clasificadas hay tres rookies, entre ellas las españolas Carlota Ciganda y Beatriz Recari. Ojito por cierto, a la pareja Ciganda-Muñoz, que si la capitana Newmann lo ve claro, podría recordar al combinado letal Seve-Chema.
Los americanos no se lo van a poner nada fácil, van a intentar por todos los medios despojar a estas chicas de la copa Solheim, y esa presión que van a vivir las europeas necesita un refuerzo que sólo veteranas como Laura Davies, así como la capitanía de Liselotte Newmann apoyada por Annika Sorenstam y Carin Koch, les puede aportar.
Laura Davies debe estar en esta Solheim Cup, y no es cuestión de ampliar la historia, sino como garantía de solidez y experiencia del equipo europeo con el que, seguro, vamos a disfrutar.