Como decía la famosa canción del grupo británico Bootoms Rats, a mi tampoco me gustan los lunes, y no porque me quede una nueva semana de trabajo por delante sino que tras un domingo espectacular, con un torneo del Tour Europeo femenino en nuestro país, un final de Open Británico impresionante y la sorpresa de la tercera victoria de Beatriz Recari, simplemente quería que no terminara nunca.
Pero cuando esta mañana me he levantado lamentablemente era lunes. El domingo cerró la penúltima semana de julio y con ella el final de un gran Open Championship donde hemos vivido las dos primeras jornadas más intensas que recordamos, con la buenísima actuación de Rafa Cabrera Bello y el liderato el segundo día de un Miguel Ángel Jiménez que parece que tuviera un pacto firmado con alguien para que el tiempo no pasara por su swing.
El sábado y el domingo la ilusión por una posible victoria en Muirfield desapareció para los intereses españoles pero por contra vivimos la lucha por el triunfo de la mano de los mejores jugadores del mundo. Y el domingo el ganador, el gran protagonista, fue un enorme jugador de golf. Un tipo simpático, que conseguía su quinto Major -como el gran Seve- y que, seguramente, conseguirá alguno más en los próximos años.
Mickelson ha logrado en Muirfield una de las victorias más importantes de su carrera pero ésta, como él mismo ha dicho, "jugando el mejor golf de mi vida", que diciéndolo el nuevo número dos del mundo no está nada mal. Por detrás de él han terminado hombres como Poulter, Woods, el propio Jiménez, Mcilroy, que ni siquiera pasó el corte, Donald, que tampoco, y 151 profesionales más que vieron un campo imposible en Muirfield y que seguro habrán tenido, como mínimo, algo de envidia sana del zurdo de San Diego.
El domingo se cerraba también con la buena noticia de haber vivido un gran Open de España femenino, sin victoria española, pero con el atractivo de ver a una gran jugadora como la sobrina de Tiger Woods -Cheyenne- que el primer día de torneo se encagó de dejar claro que no sólo vivía de su ilustre apellido sino también de su calidad firmando un -8 -récord del campo- y asumiendo el liderato el primer día. Las nuestras, incluida Carlota, no pudieron romper la racha de falta de triunfos hispanos en este torneo pero seguro, ojalá que sea así, habrá más Open de España en grandes sedes como el madrileño Club de Campo.
Dispuesto a recogerme y a dar por terminada una semana espectacular revisé mis notas y en ellas me obligaba a ver como le iban las cosas a Beatriz Recari en el Marathon Classic, torneo del LPGA Tour, ese en el que un día si y otro también ganan las coreanas a excepción de cuando lo hace ella. Y ayer le tocaba otra vez a la española, que sumaba su tercera victoria en la LPGA y la segunda de este año y que gracias a esa victoria subía hasta la décimo séptima plaza mundial sellando ya su clasificación para defender al equipo europeo en la porxima Solheim Cup que se jugará en suelo americano en Agosto.
Un triunfo que era la guinda de un domingo "im-presionante", en dos palabras, como decía Jesulín. Quizá por eso entiendan ahora porque no me gustan los lunes.