Masters de Augusta
El número dos del mundo no puede fallar en un año de muchas dudas
Martes 09 de abril de 2013
Muchas de las miradas de este Masters de Augusta están puestas en Rory McIlroy, el norirlandés número dos del mundo que perdió el trono hace tres semanas tas la victoria de Tiger Woods en Bay Hill. McIlroy llega con la presión de demostrar que quiere volver a reinar.
Malos tiempos para McIlroy. El norirlandés no ha cuajado una buena actuación en lo que va de año, y ha perdido el número uno del mundo a manos de un Tiger Woods que ha vuelto a ser arrollador y se presenta en Augusta como hombre a batir una vez más.
Rory McIlroy deberá demostrar que quiere recuperar el trono desués de tres meses de dudas, con palos nuevos, patrocinador nuevo, y unos resultados que no le han acompañado. Tras no pasar el corte en Abu Dhabi, prueba de su estreno esta temporada y donde tampoco lució Tiger Woods, cayó en primera ronda en el Accenture, lo mismo que Tiger. Sin embargo, mientras el Tigre se recuperó con tres victorias, McIlroy ha tropezado más veces.
Tras el Cadillac, McIlroy tocó fondo en el Honda Classic, donde defendía título, con su retirada alegando un dolor de muelas en una segunda ronda donde llevaba +7 en ocho hoyos. Después, un ligero repunte, con 65 golpes en la última ronda del Cadillac le dejó en octavo lugar, pero en el Shell Open de Houston volvió a defraudar sin bajar de 70 golpes y terminando en el puesto 45. Su segundo puesto en el Valero Texas, con 66 golpes el domingo, le devuelven credibilidad.
McIlroy asegura que se siente más liberado de presión ahora que no es el número uno, pero la realidad es otra, con la necesidad de demostrar que quiere retornar a lo más alto. El norirlandés deberá superar esa presión y mejorar, al menos, el puesto 40, empatado con Tiger, del año pasado.