Miércoles 04 de enero de 2012
No tenía estrellas, es verdad, pero no las necesitaba. Los mejores años del Club de Golf de Valderrama se vivieron con él como presidente y mano ejecutora. Incluso fuera del despacho si había que bajar a la arena a rastrillar un bunker ahí estaba él el primero en una cita de la importancia mundial de la Ryder Cup de 1997.
La Ryder Cup de 1997 que se jugó en España tuvo tres pilares básicos en su proyecto, durante el desarrollo del mismo y en la recta final del evento, ya en tierras gaditanas. Uno fue la Real Federación Española de Golf, con Emma Villacieros a su cabeza, otro Severiano Ballesteros como capitán del equipo que presionó a la PGA para que la Ryder saliera de tierras británicas y llegara a España, y la tercera Jaime Ortiz Patiño, presidente de Valderrama, que puso el campo y todas sus instalaciones a disposición de aquel gran proyecto.
Y al final, gracias a los tres, la Ryder llegó a Valderrama. Durante algo más de un año el campo sufrió importantes cambios y mejoras y Valderrama, que ya era uno de los mejores clubes de Europa, dio un salto de calidad tremenedo para albergar una Ryder Cup que, finalmente, fue histórica.
Sin embargo, nadie contaba con un imprevisto que apenas se reflejó en los planes iniciales. La lluvia torrencial inundaba cada noche antes de comenzar el torneo el campo que con mimo se había preparado para tan importante cita.
Siempre he dicho, y tuve lka suerte de poder vivirlo en directo, que si la Ryder Cup no se hubiera disputado en Valderrama no se hubiera podido jugar. Lo que cayó aquella semana allí fue tremendo y era curioso ver como cada madrugada a las tres o cuatro de la mañana, a oscuras y casi sin visibilidad, cuadrillas de operarios, con Jaime Ortiz Patiño a la cabeza, calzados con botas de agua y chubasqueros se ponían a trabajar a destajo para intentar salvar la situación.
Y bien que la salvaron. Con pequeños retrasos, las jornadas empezaron cada día y el torneo se pudo llevar a cabo. La organización salvó la Ryder, Patiño demostró que Valderrama era el campo idóneo para acoger el evento bienal y la Real Federación Española de Golf que el sueño español de la Ryder merecia la pena llevarlo a cabo.
Un sueño que cumplió Patiño que, también, ayudó a crear el Volvo Masters -durante muchos años uno de los mejores torneos del Tour Europeo- y que se trajo a su campo los Campeonatos del Mundo, con Tiger Woods incluido.
Citas, todas ellas, que han hecho de Valderrama -el antiguo campo de Las Aves- uno de los mejores del mundo y que hoy vive uno de sus dias más tristes. Quien lo creó, primero en su imaginación y luego en esa preciosa finca, hoy ya no está entre nosotros. Descanse en Paz.