Domingo 25 de noviembre de 2012
No es nada nuevo. Es confirmar lo que hemos visto en los últimos tres meses. Rory McIlroy alcanzó el número uno ganando el PGA Championship en agosto y desde entonces no ha bajado el nivel.
El año ha sido claramente el de Rory McIlroy. Ganador de la Ryder, de su segundo Grande, con el PGA, alcanzando el número uno, ganador ademas de otras tres pruebas en el PGA Tour, con el Honda Classic, el Deutsche Bank y el BMW, de las series finales, y cerrando la temporada con la victoria en Dubai, alcanzando el primer puesto en la lista de ganacias de ambos Circuitos, algo que logró Luke Donald por primera vez, un récord que le ha durado tan sólo una temporada.
Con 5.519.117 euros en Europa, la mayor cantidad nunca ganada por nadie, y tras los más de ocho millones logrados en el PGA Tour, McIlroy ha dejado claro que ha comenzado su imperio, con la consiguiente alegría del mundo del golf que ha encontrado un nuevo referente mientras espera la "resurrección" de Tiger Woods.
Para el márketing, McIlroy y Tiger ya han celebrado un par de encuentros de exhibición, y han funcionado. El norirlandés, de 23 años, se siente a gusto en lo más alto y ya ha probado los duelos más esperados. Tiger, por su parte, ve un nuevo reto a su extraordinaria carrera, en un año en el que ha conseguido volver a estar en situación de privilegio, alcanzando el tercer puesto mundial.
Rory McIIroy seha mostrado ya como un lobo hambriento, sin dejar a sus rivales ni respirar. En Dubai, con cinco birdies consecutivos desvaneció la esperanza de Justin Rose, que firmó 62 golpes en la última ronda esperando de líder en la Casa Club. Pero ni siquiera así Rory ha tenido piedad, haciendo birdie en el 18 cuando el par le eramás que suficiente.
2012 ha dejado claro que tenemos McIlroy para rato, por el bien del golf y del espectáculo. 2013 se presenta mucho más emocionante con un joven norirlandés que además de ganar cuenta con un carácter que el golf ya necesitaba.