Domingo 18 de noviembre de 2012
Como coleta ya no me puedo dejar -seguro que tardaría mucho en que me creciera lo suficiente para poder atármela con una goma- voy a empezar a fumarme algun puro -Cohiba, si es posible- para parecerme en algo al maestro Jiménez.
De momento, tenemos la misma edad, 48 años, una barriguita similar y, además, jugamos la misma marca de palos, PING. Por algo se empieza. Una vez encontradas las similitudes, el proceso de mimetismo para jugar algo mejor al golf puede empezar, efectivamente, por algo sencillo: encenderse un buen puro después de jugar. Podríamos seguir por disfrutar la vida al máximo y ver siempre el lado positivo de las cosas.
Después, si consigo todo eso, vendría lo más complicado: entrenar como un poseso, trabajar horas y horas en el gimnasio, dar miles de bolas cada semana y seguir con la misma ilusión que cuando empezé a jugar al golf.
Y eso es lo que hace que cada vez que se levanta Miguel Ángel Jiménez siga soñando con hacer otra gran vuelta, con ganar un nuevo torneo, con mantenerse entre los 50 primeros del Ranking Munduial o con estar de nuevo con doce de sus mejores amigos defendiendo el pabellón europeo en la Ryder Cup es lo que le mantiene absolutamente vivo en el golf mundial de máximo nivel.
Jiménez es el ejemplo para muchos jugadores del Tour Europeo que siguen creyendo que pueden jugar al máximo. Expertos profesionales que han pasado ya de los cuarenta que hacen que los chavales de 20 aprendan y asimilen que no todo es pegada en el golf profesional. Que la magia del juego corto y el putt, la felicidad, la sonrisa continua y el buen trato a todo el mundo no están reñidos con ganar títulos y estar en lo más alto de un deporte como el de los 18 hoyos.
Hace unos días, en las primeras Jornadas sobre la Industria del golf en el ámbito de los Juegos Olímpicos de Madrid 2020 organizadas por Elperiodigolf, hablaba con un colega sobre los nombres de los jugadores españoles que podrían estar en los Juegos de Río de 2016. Los dos bromeábamos sobre la posibilidad -complicada- de que Jiménez puiera estar y luchar por una medalla, pero visto lo visto, si él de Chuirriana quiere no debería extrañarnos ver al tipo de la coleta y el puro paseandose por las calles de Río soñando todavía con 52 años con la posibilidad de ganar una medalla.
Es cierto que es casi imposible pero viéndole jugar todavía me sorprendo y río de los que piensan que Jiménez está ya en los extertores de su carrera. Lleva 19 títulos en el European Tour y uno más en Challenge -que ganó en Mallorca- pero, hoy por hoy, no apostaría ni un euro en su contra. Jiménez volverá a ganar y llegará a los 20 títulos y ya veremos si supera esa cifra. Lo hará y en no mucho tiempo.
Y ahora...lo dicho. Voy a por mi puro.