Toni Bullón | Lunes 12 de noviembre de 2012
El otro día me encontré con mi inefable amigo Luismi tomando un café en el bar de una casa club.A la pregunta : ¿de qué como le iba el golf?, me respondió tajantemente : ¡mejor que nunca, ya que ahora me he hecho independiente.
Yo le respondí que independiente ya lo era por que el jugador aficionado que no pertenece a ningún club, es jugador independiente, como era su caso. Me contestó que no, que quería la independencia del golf, que estaba harto de las reglas y las normas de pagar los greenfees, que quería jugar cuando le diera la gana, jugar sin reglas colocar la bola en la calle, sacarla del bunker con la mano etc. y no sufrir más, que las normas y las reglas se las pasaba por el forro.
Yo le dije, pero con esas condiciones tendrás que jugar solo, y me contestó que no, que tiene muchos amigos que piensan como él, incluso en vez de pagar el green fee, intentarían colarse por algún hoyo y jugar sin pagar.
Continuando la conversación, y como sé que además es comercial de material de golf y viaja por diversas autonomías y usa el golf como instrumento comercial, le dije si estaba dispuesto a hacer lo mismo con otros compañeros – clientes, me contestó que le daba igual, que si conviene que jugaría sólo y si no vendía era por que los posibles compradores eran incultos y no entendían su manera de jugar al golf, y si no se iría a jugar al extranjero, donde probablemente sus reglas y normas de etiqueta gustarían a muchos jugadores.
Que cuando se tratara de un torneo interesante sí que acudiría, si le invitaban , si había buenos trofeos, buenos regalos, un buen aperitivo, no se lo perdería. Mientras pasa el tiempo, le contesté, tu empresa tendrá que despedir a algunos trabajadores, mientras se buscan nuevos mercados, que era igual, que no y que no.
En definitiva no logre convencerle, incluso le dije que si creía que había que modificar alguna regla lo podía solicitar en el R.A. Club de Sant Andrews, me dijo que no, que eran unos tipos muy estiraos y que el tema de reglas es de su responsabilidad, y no atienden razones.
Ante el caos mental que logró colocar en mi cerebro, como yo soy mucho mas independiente que mi amigo Luismi, por lo menos intento que no dirijan mis ideales, decidí ir a comprar tres décimos de lotería y si me toca comprarme un campo para mí sólo , eso sí , jugaré con las reglas de R.A. Club de Saint Andrews.