No pudo aguantar la emoción el capitán del equipo europeo, el guipuzcoano José María Oalzábal que con este triunfo cerraba dos años de mucho trabajo, de gran tensión y continuo homenaje a su padre golfistico. "Ha sido muy duro, terriblemente duro. Es verdad que ha habido opciones de ganar en varias ocasiones pero la manera de hacerlo ha sido magnífica", decía nada más conseguir Europa el punto 14 que les daba la copa".
"Ahora mismo, nada más terminar, estoy muy emocionado, pensado que los chicos han hecho un gran trabajo y que no se han rendido en ningún momento. Desde luego esta victoria va para mi amigo Seve Ballesteros". En ese momento Chema rompió a llorar recordando a quien ha estado dedicada esta edición de la Ryder Cup.
"La verdad es que no he experimentado nada como esto. Este torneo es el mejor, es único y ganarlo es muy especial. Nada de lo que se vive en la Ryder se vive en otra competición. Los chicos lo han dado todo y todos se han sacrificado al máximo para lograr el triunfo".
"La victoria y la manera de conseguirla ha sido impresionante. No tengo palabras para explicar lo que siento ni el trabajo que han hecho los jugadores. Siempre creí que podíamos ganar y así se lo he intentado transmitir a los chicos".
"Esta Ryder ha sido una de las más igualadas que he visto y una de las más emocionantes. Les dije a los jugadores que tenían que creer en si mismos y lo han demostrado con creces. Todo cambió a partir de cuando conseguimos los cinco primeros partidos. esas cinco primeras victorias han sido determinantes".
Estoy acostumbrado a sentir la presión jugándomelo todo en un torneo y he ganado dos Grandes, pero esto es mucho más. Ha sido un día maravilloso, el más feliz de mi vida. Cuando vi los emparejamientos les dije a los muchachos que los partidos estaban muy equilibrados y podíamos ganar.
Ahora, a disfrutar de este momento, cuando llegue a casa recordaré todas las vivencias de esta semana; no sé si somos conscientes de lo que hemos conseguido”.