Tiger Woods se apaga en Medinah

Tiger Woods se va de la Ryder Cup de Chicago más apagado que nunca. Tras perder los tres partidos con Striker y empatar su partido invidividual ha protagonizado una Ryder muy pobre. Su partido, último del domingo, ha terminado por ser irrelevante tras la victoria de Kaymer.

Tiger Woods tiene un problema más en un año el que parecía haber recuperado confianza y juego. La Ryder de Chicago le ha dejado más tocado después de comprobar cómo en la jornada del viernes perdió sus dos partidos junto a Steve Stricker, por la mañana con Ian Poulter y Justin Rose, y por la tarde con Lee Westwood y Nicolas Colsaerts.

El sábado se quedó0 en el banquillo por la mañana, una decisión técnica que el mismo Tiger justificó porque "he peleado mucho el viernes y necesito un descanso. Soy de los mayores en el equipo y eso es comprensible". Sin embargo, por la tarde volvió a perder, de nuevo junto a Stricker, una pareja de Ryder que ha podido llegar a su fin. Ambos cayeron ante Sergio y Luke Donald.

Pero lo que más le ha podido doler a Tiger es la elección de Davis Love de ponerle en el último partido de los individuales cuando Estados Unidos sólo necesitaba cuatro puntos y medio. Su partido, con mucha probabilidad iba a a tener poca importancia. Así ha sido. Su punto con Francesco Molinari ha llegado al 18 pero sin ninguna presión, porque Martin Kaymer ya había ganado y agarrado la Copa.

A final, Tiger había peleado por su punto, llegando al 18 uno arriba, pero en el 18, con las noticias del partido anterior, dejó de contar y Molinari sacó provecho ganado el hoyo y dejando el partido en tablas. Tiger ha logrado en esta Ryder tan sólo medio punto y además ya era inútil.