Opinión

Mi equipo favorito: USA

Josega Fernández | Lunes 24 de septiembre de 2012
Llega la Ryder Cup y hay que reconocer que las cosas tienden un poco más a favor de Estados Unidos. Es una nueva oportunidad de romper el dominio europeo en este siglo y los estadounidenses lo saben. Chicago arde en deseos de celebración.

Hay dos razones fundamentales para apostar por Estados Unidos en esta Ryder Cup. La primera es que se juega en Chicago, y el territorio es fundamental en estas citas. Los estadounidenses están hambrientos de revancha porque en este siglo XXI sólo tienen una victoria, la conseguida en 2008 en Valhalla.

La segunda razón tiene que ver con la primera. Se juega en casa y el orgullo yanqui se acrecienta, más cuando en los últimos 17 años Estados Unidos sólo ha conocido la victoria en dos ocasiones, la mencionada en 2008 y la de 1999 en The Country Club.

Pero hay más razones de peso. El capitán Davis Love III, parece que sabe lo que hace. Ya sus cuatro elecciones personales han dado en el clavo, con la victoria de Brandt Snedeker en el Tour Championship y su triunfo en la FedExCup.  Además, de los 12 jugadores del equipo, sólo Jim Furyk no sabe lo que es ganar este año. Los demás lo han saboreado y les gusta, algunos incluso han repetido. Bubba Watson y Webb Simpson ganaron Masters y US Open, Matt Kuchar lo hizo en The Players, Zach Johnson y Jason Dufner han levantado trofeo en dos ocasiones, y Tiger, en su mejor año desde su "resurrección", ha logrado tres victorias este año. Mickelson, Stricker, Dustin Johnson y Keegan Bradley también saben lo que es ganar este año.

Tiger Woods merece un capítulo aparte. Su ascenso meteórico este año puede culminar en una victoria en la Ryder. Ya se sabe que no es jugador de equipo, pero su presencia anima al resto, y más cuando llega con tres victorias en el PGA Tour y un tercer puesto en la FedEX Cup.

En el caso de Jim Furyk, su experiencia, con siete Ryder a sus espaldas, también es un valor añadido. No ha ganado este año, pero ha peleado por ello con dos segundos puestos, y será, sin duda, una pieza fundamental en el equipo estadounidense.

Jugar en casa, apostar por jugadores ganadores este año, tener a un Tiger más motivado y ganador, y todo dirigido por un Davis Love III que aglutina y distribuye juego, son notas muy difíciles de superar por los europeos, que deberán hacerlo muy bien si quieren mantener su dominio.