En 1994 fundaron en la capital mundial del golf un pequeño hotel -apenas tiene lugar para 16 golfistas- situado a escasas 112 yardas -unos 101 metros, o mejor, un tiro de 9, como dicen ellos- del tee del 1 del campo más famoso del mundo, el Old Course de St. Andrews. allí, la cerveza, sobre todo loas pintas, corren de lo lindo pero también los buenos recuerdos del golf, desde las 11 de la mañana a las 12 de la noche.
Allí, en las paredes del pub están colgadas las fotografías de Jack y Sheena con los mejores golfistas del mundo que desde el 94 han pasado por el Old Course para jugar el Open o La Dunhill Cup. Entre ellos, desde luego, no podía faltar el cántabro Severiano Ballesteros, todo un ídolo en St. Andrwes, o Miguel Ángel Martín -que ganó allí una Dunhill y que no olvida el pub. "Cada vez que vuelvo allí Sheena toca la campana, pide silencio y me presenta pidiendo una ovación para mí. es espectacular".
No faltan tampoco fotos de Miguel Ángel Jiménez o de José María Olazábal, que comparten protagonismo con Tiger Woods, Vijay Singh, Ernie Els, Tom Watson o Jack Nicklaus. Un lugar que, desde luego, merece la pena y que no debe dejar de ver. Si lo hace, dejará de estar en uno de los lugares más singulares del mundo del golf. Avisado está.