Paul Casey será, seguramente, una de las estrellas del BMW Open que se disputa desde este jueves en Colonia, en Alemania. Su vuelta, tras su ausencia en el US Open, es una buena noticia, primero para él y después para el circuito europeo.
Este año Casey ha jugado muy poco. Tras su lesión en el hombro derecho esquiando apenas ha podido enlazar un par de torneos seguidos. Este año sólo ha disputado siete. Uno en Europa, el Ballantines Championship, donde termino vigésimo quinto, y cinco en Estados Unidos, en donde su mejor actuación fue la que logró en el WGC donde acabó quincoagésimo primero y una en China donde no pasó el corte.
Por el camino una sexagésimo sexta plaza en el Masters de Augusta fallando el corte y firmando dos trajetas de 76 y 75 golpes, el Volvo China Open, tambien fallando el corte con dos vueltas de 68 y 79 impactos o el PGA BMW, en Wentworth, donde quedó en el puesto 136 después de firmar dos tarjetas de 78 y 76 golpes, respectivamente.
"Creo que he terminado definitivamente con la recuperación. AhoraSólo necesito volver al golf y coger ritmo de competición. Ahora sólo necesito jugar", asegura un Casey convencido de su recuperación.
"AhoraTengo ciertas metas para lo que me queda de temporada La primera es que quiero salir y hacer un montón de birdies y disfrutarlos en el campo de golf y a partir de ahí empezar a hacer buenos resultados".
Uno de los objetivos de Paul Casey es volver al primer plano del golf mundial. Ese que le llevó a conseguir 13 victorias profesionales y a situarse en el número 3 del Ranking Mundial. Incluso, porque no a entrar en el equipo europeo de la Ryder Cup.
"Por supuesto que todavía me puedo calificar para el equipo", dijo. "Olazábal va a ser un gran capitán, y me encanta estar a su lado. Es muy positivo. Olazábal nos ha hecho llorar en la Ryder Cup con algunos discursos increíbles. En Valhalla y en el K Club, sus palabras fueron muy poderosas. Me encantaría jugar en lo que va a ser un equipo muy fuerte con él como capitán."