Un halago sin duda exagerado pero que refleja a la perfección el espíritu de este disparatado evento. Un encuentro anual de grandes amigos que se reúnen durante tres días para disfrutar de un torneo de golf con los parámetros de una competición profesional para aportar entre todos una cantidad de dinero según los fallos que cometan durante el juego -en la Salme's Cup "los errores se pagan"- que sirve para ayudar en cada edición a una entidad benéfica.
En esta cuarta edición queremos colaborar modestamente a que se cumplan los sueños de los niños discapacitados a los que tan bien cuidan desde la Fundación Sergio Garcia. Y para que esos sueños se puedan cumplir hemos descubierto que las sonrisas de personajes de enorme popularidad, la felicidad que aportan grandes empresas que también disfrutan soñando, y la magia que acompaña al mundo del golf hacen posible durante tres días, una vez al año, que los sueños se hagan realidad.
A nosotros también nos gustaría cumplir nuestros sueños, y por eso ya estamos trabajando para que en 2013 podamos volver a soñar durante la quinta edición de la Salme's Cup.