Guillermo Salmerón | Domingo 01 de mayo de 2011
La apuesta no era fácil, ni siquiera para él. Suceder en el cargo de capitán del equipo europeo a Severiano Ballesteros copmo segundo español en alcanzar tal honor era una tarea casi imposible pero José María Olazábal quería intentarlo. El único español que había sido capitán del equipo europeo ya tiene un sucesor y, visto lo visto hasta ahora, Olazábal aprende muy rápido. Independientemente del resultado, Chema será un gran capitán.
Este pasado lunes José María Olazábal se enfrentaba a un nuevo reto dentro de su capitanía al frente del equipo europeo de la Ryder Cup para hablar de sus primeros meses al frente del combinado continental y de lo que resta de su capitanía con la plana mayor del Tour Europeo y representantes de la prensa nacional del mundo de los 18 hoyos.
La última vez que vimos a un capitán europeo español, sabíamos que conseguiría todos sus objetivos, que lograría todos sus sueños, como hizo desde que empezó su carrera Severiano Ballesteros.
Aquella Ryder de 1997 fue la culminación de una carrera única e increíble. Nadie como él se aferró tanto a sus deseos y nadie cumplió, como él lo hizo, todo lo que se propuso. Una vez acabada su carrera sobre los campos de golf -ganó su ultimo torneo, el Open de España, en 1995 en el Club de Campo Villa de Madrid- Seve sabía que la Ryder de 1997 en Valderrama era su definitiva oportunidad para volver a sentir por sus venas la magia de la victoria y el triunfo que antes tantas veces había disfrutado.
Él sabía que aquel entorchado que había logrado, aunque no fuera jugando, tenía tanto valor como si hubiera dado todos los golpes en aquel complicadísimo recorrido de Valderrama. Cada birdie de su equipo, cada driver en la calle, cada approach y cada punto conseguido en el campo eran tan suyos como los de los jugadores del equipo.
La Copa de Sammuel Ryder que levantó aquella lluviosa tarde de domingo en Valderrama fue la última que logró en su carrera.
Esa misma Copa que ahora defenderá hasta el límite un José María Olazábal que viajará hasta terreno enemigo para intentar defender una victoria que, seguro, sabrá a homenaje a su maestro. Chema lo tiene siempre en su mente y sabe que esta Ryder de 2012, que será la primera en la que ya no este Seve con nosotros, será tan nuestra y suya como de Seve. "Estará apoyándonos allí donde esté", dijo este lunes en Madrid enfundado en una chaqueta azul marino con el escudo del equipo europeo en el aldo derecho, sobre el corazón.
Todos quieren ganar y nadie necesita de motivanción extra para lograr defender la victoria conseguida hace dos años. "Lo importante no es lo que se dice, sino como se dice. Eso lo aprendí de Seve y lo pienso llevar a cabo cuando tenga que hablar con los jugadores".
José María Olazábal va a ser, independientemente del resultado que el equipo europeo consiga en Chicago, un gran capitán. Posiblemente, uno de los mejores. Tiene los conocimientos adquiridos de toda una carrera al máximo nivel, su experiencia de siete ediciones como jugador y el aval de haberlo aprendido todo de su gran maestro, Severiano Ballesteros.
Con esos mimbres va a ser difícil que el éxito, como lo logró su predecesor en 1997, no le llege pero lo importante es que todos sabemos que Chema es el mejor capitán posible de un equipo europeo que luchará hasta el último golpe y el último suspiro por un triunfo que no será nada fácil, igual que hubiera hecho el gran Severiano.