Opinión

El sueño del Masters

Constantino Mediavilla | Martes 03 de abril de 2012
Soñar es gratis, todavía y pese a la crisis. Seguramente en breve habrá que tributar por soñar con las verdes praderas del Augusta National, por sentirnos parte del espectáculo golfistico más grande del Mundo, con permiso de la Ryder e incluso por enfundarnos, siquiera en sueños, la tan preciada  'chaqueta verde'.

Un año más se trata de disfrutar del golf en estado puro -cada uno como pueda o quiera- de apostar ente amigos por el ganador de 2012, a sabiendas que cualquiera de los profesionales presentes en el Masters podría llevárselo a nada que le sonría la fortuna. Pero es inevitable soñar con una chaqueta verde para un español, pongamos...Miguel Angel Jiménez, y ver al día siguiente a los guiñoles franceses acusando de dopaje al "Pisha". Argumentar que el humo del puro y el ibérico de bellota vuelven a llevar un español a lo más alto del deporte mundial.

El estrambote de los sueños permite poder imaginar sin límite alguno. Quién hubiera apostado por Tiger Woods hace apenas tres meses. Hoy las casas de apuestas le dan como favorito. ¿Y qué? Pero si a TW se le ocurriera ganar el Masters del 12, todos los informativos del mundo abrirían sus espacios de deportes con el retorno del Tigre. Y eso, no me cabe ninguna duda, sería magnífico para el Golf amateur y profesional.

Sin embargo la lista de posibles soñadores, perdón ganadores, es tan finita como el número de jugadores que aspira a enfundarse la chaqueta verde. Todos pueden hacerlo y solo uno posará con ella. Acaso un americano, ¡son mayoría! O un europeo, ¡son mejores! Quizá un australiano o sudafricano, ¡vienen pegando fuerte! Nadie sabe qué va a pasar en esta nueva edición del Masters del siglo. El más espectacular y reñido de todos los tiempos según rezan las crónicas de uno y otro lado del charco.

Lo cierto es que este Major, el primero de la temporada, es siempre así. Lo olvidamos cada año porque soñamos que este será el nuestro, el que vivimos mas intensamente, el que ganó nuestro favorito, el que disfrutamos entre amigos, el que se resolvió en un play off de alto voltaje, el más espectacular, el del golpe imposible grabado en nuestras retinas....y por esa magia, quizá solo por eso este año renuevo, con más ilusión si cabe, mi sueño del Masters de Augusta.

¡Comienza el espectáculo!