Si bien es cierto que la mayoría de las Comunidades Autónomas ha registrado números rojos en el apartado de licencias durante 2011, dos de ellas –Asturias y País Vasco– y la Ciudad Autónoma de Melilla han experimentado incremento de federados en 2011, con mención especial para el Principado de Asturias, donde el aumento se cifra en un 1.2% más.
En el polo opuesto se encuentran Cataluña y Madrid, las Comunidades Autónomas que han sufrido en números absolutos un mayor descenso de federados a lo largo de 2011, 2.440 y 1.203 licencias, respectivamente. Estas dos cifras concentran el 60% de decrecimiento de licencias en todo el Estado español –repartidas en un 40% para el caso catalán y un 20% para el madrileño–, si bien en términos porcentuales el descenso en el número de federados en Madrid se situó en un 1.2 %, por debajo de la media del 1.8 % del total del territorio español.
Atendiendo a este baremo, Cataluña –con un 5.6 % de pérdida–, Baleares –con un 3.5 %–, Murcia –con un 2.7 %–, Castilla y León –con un 2.6 %–, Canarias –con un 2.5 %–, Comunidad Valenciana –con un 2.0 %– y Extremadura –con un 1.9 %– son las Comunidades Autónomas con descensos porcentuales superiores al 1.8% de media en España.
Hay que destacar asimismo que doce provincias españolas concluyeron 2011 con más licencias de golf que a primero de año: Albacete, Asturias, Guadalajara, Guipúzcoa, Las Palmas de Gran Canaria, Lugo, Melilla, Segovia, Sevilla, Soria, Vizcaya y Zaragoza. Por el contrario, Barcelona fue la provincia que experimentó un mayor descenso, 1.987 federados menos.
En términos absolutos, Madrid, con 95.194 federados, concentra el 29.1 % del total de licencias seguida de Andalucía, con 50.401, que durante 2011 se consolidó plenamente en el segundo puesto del Ranking, aventajando a Cataluña (40.822). Comunidad Valenciana (22.292), País Vasco (20.365), Castilla y León (17.845), Galicia (12.433) y Asturias (10.628) son las otras Autonomías que superan la barrera de los 10.000 federados.
El siguiente recuento oficial se realizará a primeros de abril, cuando se procesen las altas registradas en este periodo y las bajas anuales por devoluciones bancarias y por impago del recibo federativo, una acción que se ejecuta tras una notificación de aviso.