MDO | Sábado 17 de septiembre de 2011
El Open de España Femenino ha sufrido un proceso de compresión tan poderoso como electrizante, con trece jugadoras separadas únicamente por cuatro golpes, todo ello a falta de 18 hoyos para la conclusión, una nimiedad que convierte la jornada final en un anunciado torrente de emociones. Beth Allen ha arrebatado el liderato a Tania Elósegui que da un paso atrás con 79 golpes.
Al frente de la tabla, la más serena de una ronda por momentos kafkiana, Beth Allen, una californiana en busca del que sería su primer triunfo en el Circuito Europeo Femenino. La norteamericana, con una buena actuación en las dos rondas previas, se limitó a rubricar el par del campo en la tercera jornada, mérito suficiente para encaramarse a lo más alto de un torneo que, ya se decía, va camino de convertirse en el más reñido de la historia. Allen decía que no ha jugado "tan bien como días atrás, de hecho me he dejado algunos birdies por el camino. He estado algo irregular, pero aún con ello he tenido suerte y estoy arriba. Aunque eso no quiere decir nada, porque estamos muchas jugadoras juntas y mañana puede pasar de todo. Va a ser muy emocionante. Si juego mejor que hoy tendré opciones de ganar”.
A ello contribuyó una actuación anómala de Tania Elósegui, líder feliz al inicio de la mañana, con 4 golpes de ventaja sobre las segundas, y séptima clasificada al término de la tarde por efecto perverso de unos errores especialmente concentrados en la recta final del recorrido.
La donostiarra, sobresaliente en la primera jornada (68 golpes) y excelente en la segunda (65), sufrió una auténtica pesadilla en su tercer contacto con el exigente campo de La Quinta Golf, un cúmulo de sensaciones contradictorias que alcanzaron su punto más trágico en el hoyo 13, cuando un bunker en apariencia inofensivo se convirtió en una trampa de absorbente arena que le generó un cuádruple bogey en la tarjeta. ”He fallado en la elección de palos, así de claro. Hay días en que las cosas no salen y lo único que se puede hacer es esperar a mañana y hacerlo mejor. En el hoyo 13 la bola se ha quedado injugable y ahí se ha complicado todo”.
Con anterioridad, por si ese castigo no fuese suficientemente importante, la golfista donostiarra se enzarzó con tres errores consecutivos entre los hoyos 2 y 4, dolorosas penalidades que tuvieron continuidad en los últimos hoyos y que aprovecharon las jugadoras más templadas para presentar su candidatura al triunfo final.
No en vano, Beth Allen, Melissa Reid, Ursula Wiksrom, Lee Anne Pace, Veronica Zorzi, Stefania Croce y un largo etcétera de jugadoras tienen ahora opciones reales de ganar este intensísimo Open de España Femenino.
Entre ellas, tres españolas, la citada Tania Elósegui –con la confianza de que el día malo ya se ha producido–, la navarra Carlota Ciganda –muy serena a lo largo de todo el recorrido, sólo con dos pequeños errores que, de no mediar, le pudieron llevar más alto– y la malagueña Laura Cabanillas, décima clasificada junto a Carlota Ciganda como resultado de una regularidad que le ha llevado a incrustrarse en el pelotón de las mejores, un mérito que persigue asimismo la aragonesa Raquel Carriedo, decimosexta, un ejemplo de combatividad para una jugadora que se retiró voluntariamente durante años para disfrutar de su maternidad. “He jugado bien, sobre todo con los hierros. De segundo golpe he estado muy bien, pero me voy con mal sabor por el bogey del 18. La primera vuelta la he hecho perfecta, con -2, y la segunda la empecé muy bien, con otro birdie en el 10 y una buena oportunidad en el 11, pero al final me he quedado a medio camino”, decía la navarra.