MDO | Viernes 16 de septiembre de 2011
El estadounidense Phil Mickelson, a priori uno de los grandes favoritos a la victoria en la FedEx Cup, no ha empezado muy bien su participación en la tercera prueba de los Play-Offs. Tras sus primeros dieciocho hoyos acabó con 72 golpes, uno sobre par. Pero no todas las noticias fuern malas para él. Su Belly Putter con el que lleva jugando dos torneos, parece que va de maravilla.
Y es que firmar 72 golpes para un jugador como Phil Mickelson en la primera jornada del BMW, tercera cita de los Play-Offs y puerta para la gran final de Atlanta no es nada bueno. Pero, claro, viendo la temporada que ha tenido, no es de extrañar. Tan mala ha sido que un hombre que con el putt siempre había sido uno de los mejores del circuito, decidió la semana pasada estrenar y poner en su bolsa un Belly Putter para intentar solucionar los problemas que estaba sufriendo en el green.
Y ayer las cosas fueron muy bien en los greenes. El zurdo de San Diego hizo nada más que 24 putts, convirtiéndose en el mejor en ese segmento del juego tras la primera jornada. Otro cantar fueron sus golpes con las maderas y con los hierros, donde parece que Mickelson no está tan fino.
Ayer comenzó, después de firmar el par en el hoyo 1, con un doble bogey al dos, un par cinco, que luego le lastró durante toda la jornada. Tras ese primer traspiés, dos bogeys más al 4 y al 5 que parecía que destrozarían definitivamente su vuelta pero Mickelson reaccionó, afortunadamente para él.
Del 9 al 12 firmó cuatro berdies seguidos que le colocaban de nuevo al par del campo. Fue en ese tramo de la jornada cuando su Belly Putter empezó a funcionar a las mil maravillas. Después, del 14 al 18, dos bogeys más y un birdie en el 17 que le dejaron en ese trigésimo séptimo puesto, a siete del líder del torneo, el inglés Justin Rose.