Profesionales

Gebrselassie, premio Príncipe de Asturias del deporte

MDO/Efe | Viernes 02 de septiembre de 2011
El atleta etíope Haile Gebrselassie ha sido galardonado hoy con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, tras imponerse en la votación final del jurado, reunido en Oviedo, al futbolista Raúl González. Jack Nicklaus, uno de los 19 candidatos a conseguir el galardón quedó eliminado de la lista final en las primeras votaciones.

Tras las primeras deliberaciones de ayer del jurado quedaron finalistas para hoy, además de Gebrselassie y el futbolista Raúl González, el equipo español de natación sincronizada, la ciclista francesa Jeannie Longo y la candidatura conjunta de los montañeros Edurne Pasaban y Reinhold Messner.


Haile Gebrselassie, premio Príncipe de Asturias de los Deportes y leyenda viva del atletismo, tiene garantizado un espacio en los anales del primer deporte olímpico no sólo por su condición de mejor fondista de la historia, sino por haber llevado su carrera al grado máximo de profesionalidad.

Desde los tiempos de Carl Lewis, el atleta más laureado de la historia olímpica, ningún competidor como este pequeño etíope ha sabido compatibilizar la excelencia en los resultados con una rara habilidad para triunfar en las relaciones públicas y en los negocios.

Con dos medallas de oro olímpicas y cuatro títulos mundiales en 10.000 metros, además del vigente récord mundial de maratón (2h03:59), Gebrselassie está a punto de clausurar su trayectoria deportiva. De hecho, amagó con la retirada en noviembre pasado, deprimido después de abandonar, lesionado, el maratón de Nueva York, pero su agente, Jos Hermens, le convenció para que aplazara su adiós hasta después de los Juegos de Londres 2012.

Gebre nació en Arsi (Etiopía) el 18 de abril de 1973, hijo de un granjero en una familia de diez hermanos. Cuenta la leyenda que desde muy pequeño acudía corriendo a la escuela, situada a 10 kilómetros de su casa. No es extraño, por tanto, que sus mayores éxitos hayan sido en esta distancia, archivada en el disco duro de su memoria. Desde las primeras carreras que disputó empezó a ser reconocido como "Neftenga" (El Jefe). Tal era la superioridad que demostraba.


En 1992 se proclamó en Seúl campeón mundial júnior de 5.000 metros y desde entonces se construyó, a base de títulos y victorias, una sólida reputación como fondista. Su combinación de resistencia y esprint le convertían en imbatible en distancias comprendidas entre los 1.500 metros y los 10.000.

En 1993 obtuvo en Stuttgart su primer título mundial absoluto de 10.000. El keniano Paul Tergat (pentacampeón mundial de cross), al que una y otra vez derrotaba en el esprint final, llegó a convertirse en su víctima predilecta pero también en su amigo.


Los récords mundiales comenzaron a caer de su lado a partir de 1995, tanto en 5.000 como en 10.000. El primero lo batió en Hengelo (Holanda) con un tiempo de 26:43:53 en los diez kilómetros, y ese mismo año estableció el de 5.000 con 12:49.39. Entre 1993 y 1999 obtuvo cuatro títulos mundiales en 10.000, el último en Sevilla.

Como ya tenía también dos medallas de oro olímpicas, siempre en los 10.000 (Atlanta'96 y Sydney 2000), y por detrás empezaba a descollar su joven compatriota Kenenisa Bekele, que le batió en los Mundiales de París 2003, Gebre decidió pasarse al maratón, a las carreras sobre asfalto.