MDO | Viernes 05 de agosto de 2011
Todas las miradas estaban en el Tigre. Los aficionados esperaban nuevos rugidos y zarpazos del ex número uno que volvía a la competición después de 12 semanas de parón obligado por una lesión en la rodilla y en el tendón de Aquiles. En la primera ronda ha firmado 68 golpes (-2).
Tiger Woods no ha dicho su última palabra. En la primera ronda de competición que juega desde hace 12 semanas ha podido firmar 68 golpes (-2), y se coloca cerca de los primeros puestos en un torneo que ha ganado siete veces y que él mismo ha dicho que quiere volver a ganar.
De momento ha firmado tres birdies y un bogey en una vuelta marcada por el espectáculo de ver de nuevo en un campo de golf al que fuera número uno hace dos años y que en los últimos 20 meses no ha levantado una copa.
Tiger avisó de que se sentía cómodo el miércoles y en la primera ronda lo ha confirmado. Ha vuelto a decir que pasados los nervios del tee del 1, cuando regresaba 12 semanas después y donde había sentido los mismos nervios que en su regreso tras los escándalos extramatrimoniales, volvió a sentir la competición y vio que era bueno.
Para la segunda ronda, ahora que ya ha vuelto a palpar el ritmo de competición, Tiger se siente fuerte. Ha afilado sus garras y pretende atacar. El Tigre quiere rugir y su afición le da más fuerza para enseñar los colmillos.