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El golf americano se ahoga sin títulos

Guillermo Salmerón | Martes 21 de junio de 2011
No ruedan bien las cosas para el golf americano en las últimas temporadas. A las ausencias de Tiger y su falta de buen juego y victorias, se ha unido ahora el poderío europeo y su brutal racha de triunfos, sobre todo en los Majors. Algo que ha hecho que el golf en Estados Unidos esté perdiendo enteros y esté sumido en una profunda crisis de identidad, lo que también incluye a la LPGA, donde las coreanas se van haciendo, poco a poco, con el poder y los títulos.

La mejor prueba de esa desesperación ha sido como han preparado el campo, como organizaron los partidos -aunque desde la USGA se defiende esa composición por la ausencia de Tiger Woods y los pocos atractivos televisivos de algunos jugadores americanos- y como a pesar de todo, un chaval de 22 años, que además prefirió este año europa que EE.UU. para jugar llegó al US Open para dar una de las mayores lecciones de golf que se han dado en los últimos años.

"En Europa, asegura Ángel Gallardo, vicepresidente de la PGA Europea, si que hay grandes jugadores y muy jóvenes, como hemos visto, capaces de liderar un equipo en una Ryder Cup, ganarla y luego jugar Majors y Campeonatos del Mundo y conseguir la victoria. No hace falta poner los campos como estaba este US Open, ni organizar los partidos como lo ha hecho para intentar que un europeo no gane el torneo. Desde la PGA europea hemos llamado a la PGA estadounidense y les hemos comunicado nuestra disconformidad, pero la USGA es la USGA y parece que siempre hacen las cosas al borde de la legalidad".

Y es que la realidad está siendo muy dura en cuanto a resultados se refiere con un golf norteamericano que siempre ha sido proteccionista y que, a pesar de considerarse casi un circuito mundial, no tiene, de unos años a esta parte a los mejores jugadores del mundo que, curiosamente, han preferido jugar el Tour Europeo esta temporada, como así hizo Rory McIlroy o Lee Westwood.

Este año las cifras cantan, sobre todo en los Majors. En 2010 fue el también norirlandés Graeme McDowell el que consiguió la victoria en el Us Open de Pebble Beach. Por primera vez en 100 años no había ningún americano entre los tres primeros clasificados. Unas semanas después, el Open Británico de St. Andrews se saldó con el triunfo del sudafricano Louis Oosthuizen y de nuevo sin americano entre los tres primeros clasificados.

Ya en 2011, después de que Europa ganara al equipo americano en la Ryder Cup llegó el Masters de Augusta y, otra vez, sin americanos entre los tres primeros y con la victoria de Charl Schwartzel.
Un hecho que vuelve a repetirse en el US Open del Congressional con el triunfo de Mcilroy y sin americanos cerca de las primeras posiciones.

Por si todo esto fuera poco, la lista de ganancias del Circuito americano está liderada por Luke Donald, ex número uno del mundo, seguido del coreano K.J. Choi. En la FedexCup, Donald también lidera dicha clasificación mientras que en el Rankín Mundial -al que ahora los americanos no le dan demasiada importancia y dícen que no vale para mucho- las cuatro primeras posiciones son para jugadores del Viejo Continente, Luke Donald, Lee Westwood, Martin Kaymer y Rory McIlroy.

Más datos: el TPC, considerado por los estadounidense, como "El quinto Grande" se ha ido este año a Corea gracias a la victoria de K.J. Choi mientras que la única gran victoria americana esta temporada ha sido la de Nick Watney en el Cadillac de los WGC. En la otra, en el Accenture Match Play, fue el inglés Luke Donald el que se llevó el gato al agua.

También en el circuito femenino norteamericano las cosas no andan bien para el golf americano. La taiwanesa Yani Tseng es la líder de la lista de ganancias y del Ranking Mundial con sólo dos norteamericanas entre las diez primeras, Cristie Kerr y Michelle Wie.