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La Costa Brava despierta los sentidos

Josega Fernández | Miércoles 15 de junio de 2011
La oferta de golf en la Costa Brava presenta un lugar donde el jugador, además de sentir la pasión por el juego y los desafíos de calles y greenes, tiene la posibilidad de recorrer diferentes opciones gastronómicas, de relax, de naturaleza y por supuesto de cultura.

¡Tierra a la vista! El turista que se sienta náufrago tiene ante sus ojos una costa que le va a proporcionar una aventura de película. En el rincón noreste de la península ibérica, la Costa Brava le va a rodear con golpes de viento renovados que le llevarán por diferentes experiencias donde podrá despertar todos sus sentidos.






 

El jugador de golf cuenta con una oferta de nueve campos de golf entre los que destaca el PGA de Cataluña, la joya de la corona con dos recorridos, el Stadium Course y el Tour Course. El primero, el original, está reconocido internacionalmente como el número 2 de España, el tercero del Europa Continental y el 88 del mundo. Construido en 1999 y diseñado por Neil Coles y Ángel Gallardo, es el auténtico tesoro de la costa y un emocionante desafío rodeado de pinos, alcornoques y robles, con los Pirineos de fondo. El Tour Course, de 2005, no se queda atrás y ha sido la sede de la Final de la Escuela de Clasificación para el Tour Europeo los últimos cuatro años. Algo más ancho y cómodo para el drive, es menos exigente aunque cuenta con innumerables retos en un escenario rodeado de pinos y lagos. El complejo se completa con un hotel de cuatro estrellas Meliá Golf Vichy Catalán.

 

Ya en la parte del Empordà, otro de los interesantes recorridos es Platja de Pals, un lujo emborrachado en tradición y que también está considerado como uno de los 100 mejores campos de Europa. Se trata del campo más antiguo de la Costa Brava, creado en 1966 y diseñado por F.G. Hawtree con estilo británico, es una vuelta a la esencia del golf. Hoyos muy coquetos, rodeados de pinos centenarios y que apuestan por el golf en estado puro. Dentro del recorrido, el jugador puede olvidarse de sus problemas y concentrarse exclusivamente en poner la bola en la calle y en el green para cumplir el par 73 y poder después visitar las murallas y el pueblo de Pals con la satisfacción del deber cumplido.

 

Más al sur, Golf Costa Brava, a cuatro kilómetros de las famosas playas de Platja dÁro y St. Feliu, que presenta 27 hoyos también muy tradicionales. Diseñado por Hamilton Strutt & Co. e inaugurado en 1968, su Casa Club es una Masía de 1841. Sus primeros nueve hoyos, rodeados de pinos y alcornoques, contrastan con otros 18 hoyos de calles más anchas. Cómodo de andar resulta muy atractivo para saborear el golf de verdad.

 

Para otro tipo de sensaciones, más relacionadas con la cultura y el vino, en la Alta Empordá espera Gofl Peralada. 18 hoyos para todo tipo de jugadores y donde el verdadero reto está al final con unos tres últimos hoyos muy emocionantes. La apuesta de este club se caracteriza por el medio ambiente y cuenta con el Hotel Peralada, de cinco estrellas y un Wine Spa, único en España, donde se ofrecen terapias con derivados del vino, uno de los productos también muy valorados en la Costa Brava junto con su gastronomía internacionalmente conocida gracias nombres como Ferrán Adriá y los hermanos Roca. De hecho, las numerosas bodegas de la zona constituyen una oportunidad de profundizar en el enoturismo y complementarlo con la oferta gastronómica de numerosos restaurantes de prestigio.






 

Precisamente una de las últimas bodegas en incorporarse a esta actividad ha sido Celler Brugarol, una exquisita explotación ecológica en Palamós de apenas cinco hectáreas que apuesta por la calidad y cuya construcción diseñada por el arquitecto Bell-Lloc, combina el bosque con las cuevas, y bajo los viñedos se sitúa el lugar privilegiado para las barricas y botellas, así como un espacio cultural donde cabe el teatro, los debates y las tertulias. Una curiosa visión de la cultura del vino que combina tradición y modernidad. Para los visitantes, se ha restaurado una casa con seis habitaciones donde el contraste entre lo antiguo y lo moderno se hace muy presente.

 

La Costa Brava muestra también una oferta de alojamiento diversa. Junto a esta alternativa de dormir a los pies de una bodega, existen también otros lugares que también apuestan por el relax a través de los detalles. Es el caso del hotel Mas Tapiolas, de la cadena Sallés Hotels, 38 habitaciones distribuidas en una Masía del siglo XVII totalmente reformada y que conserva el encanto de un lugar ancestral situado entre el mar y la montaña muy apropiado para el descanso.

 

Otros campos de golf de la Costa Brava son Club d´Aro Mas Nou, Empordà Golf, Golf Girona, Golf Serres de Pal, y Torremirona Golf Club, que junto a los antes mencionados completan una oferta redonda. Desde el golf se puede acceder a la cultura, la gastronomía y la naturaleza de manera que a través de este deporte se despierten todos los sentidos.