Josega Fernández | Domingo 22 de mayo de 2011
En un partido más tranquilo de lo esperado frente a Martin kaymer, Luke Donald ha accedido a la final del Volvo World Match Play. El número dos del mundo ha superado por 5 y 3 al número tres, en un duelo histórico en Finca Cortesín. Si Donald gana la final alcanzará el trono mundial.
No. No era el Accenture ni era el Ritz Carlton Golf Club. Era Finca Cortesín y se disputaba el Volvo Mundial. Lo único similar era que se trataba de un Match Play y de un duelo entre Martin Kaymer y Luke Donald, el mismo que la final del Accenture. En esta ocasión elnúmero dos y el número tres del mundo se han enfrentado en la semifinal y de nuevo el triunfo ha ido para el inglés.
“Hoy me he sentido muy bien por el campo y casi no le he dado oportunidades a Martin. Las pocas veces que me ha metido un putt, se lo he metido yo por detrás y no he parado de ponerle presión. Es estupendo colocarte en el tee y saber que la bola va a ir donde quieres, porque cada vez te vas confiando más. Además estoy muy satisfecho con el putt, que era lo que más flojo tenía los últimos tiempos, porque he metido bastantes. Los greenes ayudan porque son buenísimos. Esta mañana estaban intactos, a la velocidad perfecta, y encima he visto bien las caídas", dijo Donald.
Luke Donald se ha clasificado para la final del Volvo Mundial después de ganar con claridad a Martin Kaymer. El inglés llegaba justo una semana después de superar a Kaymer en la clasificación mundial y su experiencia en la modalidad Match Play ha vuelto a ayudarle.
“Luke ha jugado como una máquina y lo ha metido todo. Ha estado increíble… cogiendo calles, greenes, y metiendo el putt, es como una Playstation. Creo que ha hecho 6 o 7 birdies. Aunque ya sabía que iba a ser un partido difícil, pensé que tendría alguna posibilidad pero hoy, desde luego, no la he visto. No te abre ni una puerta, bueno, solo una, porque ha fallado una calle y le he ganado el hoyo, pero no le he conseguido ganar ni uno más. Si yo hacía birdie él también, así que ha sido misión imposible. Los birdies no eran suficientes. No estoy descontento, porque he conservado la paciencia y he esperado a que llegaran las oportunidades… pero no han llegado", decía Kaymer.
A pocos minutos para las nueve de la mañana, ambos jugadores, lo mejor de lo mejor del golf mundial ya sin Westwood, eliminado en octavos, llegaban al tee del uno con la misma rutina de siempre, con la naturalidad justa como para no pensar lo que se estaban jugando. El duelo prometía porque en el uno ambos firmaron birdie, pero fue un espejismo. El bogey de Kaymer en el dos inclinó la balanza hacia el inglés y en la primera vuelta fue más contundente. Birdie en el 3 y en el 4 para ponerse tres arriba.
Fue en el 5 cuando Donald descuidó su defensa y cedió el hoyo tras una salida defectuosa y un segundo golpe a las matas. Sus intentos por reaccionar no fueron suficientes. Pero Kaymer tampoco estaba fino y no supo aprovechar la relajación de Donald. En el 6 falló un putt de un metro para ganar el hoyo y en el 7 un gran aproach del alemán fue respondido por el inglés metiendo un comprometido putt de más de dos metros.
El 8 y el 9 Donald volvió a hacer birdie. Kaymer se quedó corto en el ocho y con dos putts perdió el hoyo, mientras que en el 9 la dejó prácticamente dada para birdie pero Donald también embocó su putt de dos metros. Tres abajo para el alemán que, acostumbrado a mantener la sangre fría, le salía su vena española y se iba calentando. Bogey en el 10, de nuevo birdie para ambos en el 11 y par para los dos en el 12. La situación se iba tornando más británica.
Con 4 abajo, Kaymer se fue fuera en la salida del 13 aunque al menos logró salvó el hoyo. En el 14 el alemán tampoco cogió calle pero Donald falló el primer "match ball" del partido. No ocurrió lo mismo en el 15, cuando Kaymer no alcanzó green y tras su salida de búnker cedió el hoyo para cerrar el partido por 5 y 3.
"Este torneo físicamente es igual de cansado que el Accenture, y encima la semana pasada en Sawgrass fue muy larga, el domingo tuve que jugar 29 hoyos. En cambio psicológicamente no está siendo tan cansado porque ya tengo una victoria a mis espaldas. Lo que más cansa es la presión de tener que ganar un torneo, pero como yo ya he ganado uno, ahora ya puedo ir a divertirme. Llegar a ser hoy el primero del mundo sería un gran logro. Voy a hacer lo posible por que ocurra, pero ya veremos. Recuerdo que yo seguía este campeonato en Wentworth desde muy pequeño, por eso vine aquí con tantas ganas esta semana. Tiene una gran tradición y muchos de los grandes nombres del golf están grabados en el trofeo... A ver si soy capaz de grabar el mío."
Donald ha demostrado que sigue iluminado. Ganador del Accenture, sexto en el Cadillac y cuarto en el Masters, ha llegado a Finca Cortesín y se ha desecho de Ryan Moore, Ross Fisher, Johan Edfords, Charl Schwartzel y Martin kaymer. En la final tendrá el último duelo de la semana que le podría dar el trono mundial.