Josega Fernández | Domingo 15 de mayo de 2011
Darren Clarke ha triunfado en el Iberdrola Open de Mallorca. La veteranía y experiencia se ha impuesto en un torneo en el que el viento del domingo ha sido clave, y el jugador más estable es el que se ha llevado la victoria. Chema Olazábal, que compartía partido con el norirlandés, ha terminado siendo el mejor español y acaba bajo par, algo que sólo han conseguido ocho jugadores.
Casi 1.000 días después, Darren Clarke era recibido en el green del 18 con aplausos de victoria. El norirlandés no ganaba desde el KLM de 2008. Precisamente Clarke se había tomado un respiro desde su participación en el Trofeo Hassan II de hace un mes donde terminó en el puesto 77. Su regreso a la competición no podía haber sido mejor con su victoria en Mallorca.
“Me vine abajo después de jugar en Marruecos, y decidí irme tres semanas de vacaciones con mis hijos a Bahamas, que me han venido de maravilla. Hemos disfrutado mucho y jugado poco al golf.", comentó, y añadió que está "encantado de ganar otra vez, me da pena por Wood porque ha jugado muy bien, somos del mismo grupo de jugadores, y es una pena por él, yo he estado muchas veces en la misma situación y sé cómo se debe sentir ahora mismo. Pero yo estoy encantado".
"Cuando sales el último día a tratar de alcanzar al líder, esperas un día como este, que haga viento para darte más posibilidades de ganar. Hoy estaba muy complicado, el campo es difícil pero el viento lo ha dificultado mucho. He trabajado mucho con el putt, he consultado a Ewan Murray, este es como todos los trabajos, que si sigues trabajando al final los resultados salen. Puede que no sea el torneo más importante del calendario, ni tenga a los mejores jugadores del mundo, pero el campo de golf es fantástico, está diseñado por un gran jugador y para mi es una victoria importantísima, después de 3 años sin ganar hacerlo aquí es maravilloso", dijo el norirlandés que se mostró muy ilusionado.
El día había empezado muy amenazante, con un viento muy fuerte que rondaba los 20 kilómetros por hora. Clarke, que salía con Chema Olazábal, partía a cuatro golpes del líder, el inglés Chris Wood, una cifra que parecía insalvable sin viento. Pero era un día para tener paciencia y Darren la tuvo.
Para Clarke, "hoy salí con una frase grabada en la cabeza: nunca, nunca, nunca, nunca, nunca tires la toalla. De Winston Churchill. En los primeros nueve hoyos, el norirlandés firmó un solitario birdie en el hoyo 3 por ocho pares, un resultado magnífico teniendo en cuenta que el líder ya había cometido tres errores por dos birdies. La segunda vuelta, con solo dos golpes de diferencia, aumentaron los nervios y es ahí donde se ha podido comprobar la sangre fría de los grandes jugadores.
El doble bogey de Darren Clarke en el 11 no fue obstáculo para que el norirlandés firmara dos birdies consecutivos en el 14 y en el 15, dos sensacionales hoyos que le ponían líder después de que Wood firmara bogey en el 12 y en el 13, para derrumbarse definitivamente en el 15, 16 y 17 con otros tres bogeys.
Clarke termina su jornada con 69 golpes, la mejor del día junto con Echenique y Broadhurst, los únicos que acaban bajo par. En total, -6 con una ventaja de tres golpes sobre los ingleses Chris Wood y David Lynn. Entre los españoles, Chema Olazábal acaba con -1 después de una tarjeta de 73 golpes, y es de los ocho jugadores que acaba bajo par.
Mallorca ha vuelto a ser escenario de un torneo que destaca por su fiereza y su pelea en el campo que en esta ocasión ha dejado un veterano campeón que revive después de tres años sin alcanzar una victoria.