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El menú de campeones, en honor a Seve Ballesteros

MDO | Martes 05 de abril de 2011
Desde luego  hay que reconocérselo a Phil Mickelson y así lo hacemos porque el zurdo de San Diego ha tenido un enorme detalle con Seve Ballesteros y, por ende, con el golf español.Y es que el defensor del título ha organizado la tradicional cena de campeones del martes con un menú dedicado a su ídolo Seve: gazpacho, paella, solomillo de ternera con  con queso manchego, tortilla de patatas y tarta de manzana con helado. Todo un detalle, si señor.

Esto sí que es empezar bien el Masters. En la cena, un representante español, José María Olazábal, que quiso agradecer en nombre del español el detalle de todo un icono del golf mundial como Phil Mickelson, que quiso poner de esta manera su emocionado recuerdo a un Severiano Ballesteros que desde su casa de Pedreña, en Santander, celebrará su 54 cumpleaños viendo el torneo que ganó en dos ocasiones y que más ama con el British Open, el Masters de Augusta.

"Todos los campeones del Masters de Augusta pensamos y honramos a Seve", dijo Mickelson durante la cena. En 1980, cuando yo tenía nueve años de edad, vi jugar a Seve en Augusta por televisión y eso marcó mi vida".

Para la cena se había comentado que Mickelson iba a elegir paella si Seve venía a ver el torneo. Al confirmarse la ausencia del cántabro ganó peso la tesis de la carne -solomillo, en este caso- y poco más. Pero al final pesó más la idea original de Mickelson y el menú español se llevó a cabo con el consiguiente éxito de crítica y público.

Al final, el menú típicamente español comenzó por un soberbio gazpacho, luego paella -no sabemos si de marisco, carne o mixta, solomillo con queso manchego y para terminar tortilla de patatas y de postre una suculenta tarta de manzana con helado español.

Viendo el menú ahora entendemos la "ligera rellenez" de un Mickelson al que, sin duda, hay que agradecer el detalle y esperar lo mejor de él en este Masters de Augusta en el que parte como uno de los principales favoritos, sobre todo teniendo en cuenta que llega del Shell Houston Open jugando como los auténticos ángeles y con la victoria debajo del brazo.

"Honrar a Seve, dijo Mickelson, es fácil y hacerlo como lo hemos hecho no tiene demasiado mérito, pero sólo quiero que sepa que todos deseamos que se mejore y que recordamos todos los años en los que estuvo aquí. Esta cena a servido para recordarle un poquito más".






"Él -terminó Mickelson- es un caballero con mucha clase y siempre ha sido referente en mi carrera durante todos los años en los que he jugado al golf. Desde que era un niño veía a Seve jugar y caía atraído por su carisma y por su juego. Seve nunca me defraudó y sólo quiero que sepa que seguimos pensando en él.