Si había una estadística que durante los últimos diez años no hemos estado mirando esa ha sido la del número uno del mundo. Con Tiger Woods en juego, lo del Ranking Mundial apenas tenía interés y he de reconocer que lo del tenis me daba bastante envidia.
Ahora, con los cambios que hay, con el dominio de los jugadores europeos en el golf mundial, con lo bien que lo están haciendo y sumando la ausencia de impulsos que transmite Tiger Woods -¡quien te ha visto y quién te ve!- lo del Ranking Mundial se ha convertido en otro atractivo para cada lunes.
Una estadística olvidada que ahora retoma importancia sobre todo teniendo en cuenta que en apenas unos meses hemos pasado de tener a Tiger Woods como líder indiscutible a alabar a Lee Westwood y a admirar ahora a Martin Kaymer, tras su buena actuación en el Accenture match Play.
Todo esto hace que cualquiera de los que están arriba, con posibilidades de ganar torneos y de ascender posiciones en el Ranking Mundial, puedan soñar ahora con ser número uno del mundo ¿Quién le iba a decir a Martin Kaymer que con apenas 26 años vería a todos sus rivales por encima del hombro convirtiéndose en el mejor jugador del universo?
Me da la sensación de que esto va a cambiar y que lo va a hacer casi constantemente semana a semana. Esto le dará al “negocio” más color, emoción y seguimiento, tanto por parte de los aficionados como por parte de los propios medios de comunicación, sobre todo los no especializados, que verán en ese Ranking Mundial una opción más de seguir un deporte que sigue creciendo a marchas agigantadas.